Daih, no tan grande aun, todavia controlable, pero como no anticiparse en las preocupaciones, en los años que nos separan, en mi formación, en la suya, en mundos que a veces parecen chocarse pese al dialogo y la perseverancia. Una tarea increble estar al pie del caños con los hijos, sabiendo que uno estara siempre y que ellos tendran que aprender a volar y seguir su rumbo.
Besos
Jorge

Roberto, es cierto, como diría tu admirado Charly. En realidad, uno puede transmitir lo que siente, por ejemplo esa sensibilidad por la música o la literatura. Mi hijo esta mas copado con la música pero quien te dice que algún día se desata, por ahora parece que los libros muerden. Su generación hace un culto de la imagen y reniega de los libros, al menos en el formato clásico. La tarea de bregar para que el libro no muera o pierda adeptos reposa en nosotros que nos bañamos en esas aguas y ellos pueden beneficiarse si sabemos hacerles entender que hay detrás de la magia de un relato, el dolor de un poema o el misterio de una novela por poner ejemplos.

Yo también recuerdo un pequeño poema que mi padre le había escrito a una novia de su infancia, esos amores no correspondidos, me lo recitaba y todo, lamento no haberlo copiado para conservarlo. El viejo igual perdura y seguro que hay mucho de el en los textos, en los valores, en las búsquedas incesantes que nos desvelan. Creo que son mas que importantes las raíces en el hombre y claro que hablamos de lo emocional, de ese mundo sensible que gobierna nuestros actos en cada despertar, esa posibilidad tan nuestra de hacer de cada dia un dia distinto y mejor si nos lo proponemos.

Siempre pienso en estos poemas, en esta historia de letras y sentimientos que uno construye, que quien sabe algún día se perderá o tal vez no, es tan personal, tan intimo lo que uno expresa que solo esa conexión sensible que a veces se dan en este portal con algunos de nosotros, hace que no soslayemos la importancia que tiene escribir y no como una terapia sino mas bien como un sueño o una pasión.
Un abrazo.
Jorge

Querido Jorge, tus hijos estan grandes supongo y ya vuelan por la vida. Y por angas o por mangas los padres les damos la vida y el debr es protegerlos hasta que se puedan valer por si mismo, al respecto, cada padre tendra su jerarquizacion valórica, que es lo trascendental y en general en un mayor o menor grado esta la incognita y la ansiedad de que lo que estamos entregando es realmente lo mejor. En tu caso has elegido dos paradigmas el sentimiento y la historia, sin embargo como bien dices finalmente esa certeza se ira a la tumba con nosotros. Cuanto de eso habremos legado? y cuanto de eso finalmente abrio las puertas para nuestra preciada descendencia. Un tema profundo y que tiene que ver con el sentido de la vida, la perpetuidad. Muchos besos Jorge con admiracion.

No hay una escuela que enseñe a vivir, para nadie; con defectos y virtudes, con mayor o menor capacidad, algunos intentamos honrar la vida; otros, solo se contentan con respirarla, parece.
Tus dos razones bien precidas, me parece, se conjugan en tu poesía; menudo regalo para tu hijo, que ojalá sepa apreciar.
Yo conservo un solo poema escrito por mi madre, muchos recuerdos de ella, que ya está fallecida. Sin embargo, conservo aquel único poema como un símbolo de su perdurabilidad, en mí, más allá de si pudo ser de mejor manera; a ese punto, es lo que es.
Ahora me pregunto si sos importantes las raíces en el hombre, en una vida donde por ahí te la pasás yendo y viniendo. No hablo de raices materiales, sino de pertenencias emocionales, como pertenecer como hijo, o como padre, en tu caso. Son pertenencias impalpables, a menos que las pongas en palabras escritas. En unos cuantos años, seguramente tu hijo atesorará todos tus poemas, como yo atesoro ese único de mi madre, y entonces es que la biblioteca personal de cada uno se completa, me parece, o me gusta pensar a mí.
Bueno, ponele el Cánon de Pachelbel a esto que te digo, y vamos a comer unas pizzas, ja!.
Un abrazo.

Nydia, no es facil hoy en dia tratar de transmitir lo que uno cree mejor a la descendencia, el hara su camino y solo me conformo con que sea una persona honesta, solidaria y amistosa, no es mucho pedir no ?
Besos
Jorge

Buen legado para tan guapeton hijo que tenés Jorge..

Gracias Carol, a pesar de que no nos vemos tan seguido, siempre estas.
Besos
Jorge

corazón y memoria, me gustan esas coordenadas...

Miuy bueno,
saludos Jorge