Grano a grano, levanto una montaña.
Grano a grano, la rehago y renuevo.
Esperar lo inesperado en los años venideros,
dice el sabio.
Esperar lo inesperado es el consejo.
Mas ¿qué podría traernos la hora,
si el tiempo es hueco y no tiene corazón? 
Lo inesperado lo aporta el Humano
cuando el Humano es la mano del Creador.
Para los días venideros tengo un sueño tan viejo,
como tantas veces soñado.
Para los días venideros tengo un vivo deseo,
eternamente renovado.
Grano a grano, creo un mundo nuevo.
Y grano a grano, corazón, al viejo rehago.
G.S.A.