Hoy murió José Saramago. Voy a ser sincero, conocí tarde a este insigne escritor portugués, el primer libro que leí de él fue "El Evangelio según Jesucristo", diez años después que salio a la venta, diez años que rondo el libro entre mis amigos, pero que yo me negaba a leer, quizás porque en unas declaraciones que dio a la prensa el escritor me cayeron de la patada (era como muy izquierdozo para mi gusto) sin embargo en unas vacaciones súper aburridas donde me enferme una amiga me llevo un libro para que me entretuviera, y por supuesto era el susodicho libro que antes me negaba a leer. Empezó así mi periplo con Saramago, después del Evangelio, vino "Ensayo sobre la Ceguera", "El Año de la Muerte de Ricardo Reis" (Ricardo Reis era un heterónimo de Fernando Pessoa), luego leí "Todos los Nombres" (libro que disfrute junto un gran amor) y así vinieron muchos más libros, Saramago me era casi obligatorio leerlo, algunas veces salía feliz y contento de leerlo, otras veces no tanto, pero me dejaba aquel aire de sapiencia, de gran reflexión, de dudas sobre lo que creía o no dejaba de creer.
 
La obra de Saramago esta llena de realidades a veces escondidas, o a veces que no queremos ver, de realidades huidizas o tan singulares que parecieran surrealistas, sus trabajos a veces sobrepasan la imaginación, el entendimiento de lo establecido, y todo eso es llevado con la simpleza de su increíble don, un don irrepetible, único.
 
Saramago te pido perdón por no haberte conocido antes y por negarme a tus letras por tanto tiempo.
 
Félix Esteves