La luna me acaricia esta noche fría
Me da calor, me da alegría
Dulce y tranquila me mira
La niña de mi vida, me da calor su compañía.
  ¡Eres tú! la dueña de mi vida,
De mi alma y de mi ser, ¡Qué bello placer!
Y con placer te lo reitero ¡Qué bello placer!
El ver nacer de tu riza la luz que me guía.
  Yo te abrazo, te protejo en mi regazo
Y ella sube más alto y más alto
Y se va alejando dejando a su paso
Los versos que le mando.
  Parece quietecita, pero  sigue caminando
Y tú duermes soñando, pues es ella
La guardiana de la noche, la que vela tu descanso.
Y soy yo, tu eterno compañero,
El que cuida de tu encanto.
  Es mi cómplice y mi amiga la luna que me guía
Y con gracia me acaricia. Me da calor, me llena de armonía
Alimenta el amor, el cuidado y el candor,
De los besos que te doy.
  ¡Duerme tranquila! Niña de mi vida
Que mi amiga y yo estaremos aquí, Hasta el siguiente día.
¡Duerme tranquila! Niña de mi vida, que esta noche serena,
Es un regalo de la vida misma.
  Pues es un placer
Conocer el placer
De tu dulce compañía.