Hablaba exquisitamente el ingles y el francés, de su puño y letra eran los mejores artículos que se publicaban en el Diario local, era ejemplo para los jóvenes y motivo de gran orgullo para todos los del pueblo. Su extrema educación y sapiencia lo llevaron a ser el principal consejero no solo de los hombres políticos y de negocios, sus inteligentísimos comentarios eran solicitados por los simples mortales de aquella aldea que duro poco desde que el cultísimo caballero empezó a sentir en secreto un extremado odio hacia todos. Poco a poco fueron cayendo o huyendo, hasta que en solitario en medio del poblado "el gentil hombre" se quedo mirando hacia otro punto cardinal.