NO QUIERO MIRAR
 
 
Me resisto a mirar
como te refleja el espejismo,
que  ha surgido
de ese avieso rincón.
 
 
Siempre te vi hermosa
discreta,
sabia.
 
 
Y ahora
un hado maligno
me ha traido una imágen
de la que se desprende
un amor que no sabes florecer.
 
 
De un amor
que he mirado que destella
en la furia de tus ojos,
pero que se endulza
en tus labios.
De un amor
que he mirado que ha peleado
y que ahora asume la derrota
y el silencio.
 
Ese silencio aciago
que ha olvidado el pacto
y el arrojo del juego.
 
De un amor que ha olvidado
la intrépida aventura
 de las ensoñaciones,
y de las posibilidades,
y de la magia de la voluntad
de construir la realidad
aún esa que se imagina imposible.
 
No miraré la inquina
que sólo desesperada me aduces,
que casi quemando las naves
me arrojas reclamando
el soplo del viento del oeste,
para luego retornar con los dones.
 y el caballo avieso que llevará las lanzas
que piensas que tomarán Ilión.
 
 
SAN JERÓNIMO LÍDICE, A 28 DE ABRIL DE 2010.