19 DE ABRIL DE 1810: LA AURORA DE LA INDEPENDENCIA.
Publicado en Apr 19, 2010
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Después de viajar en el tiempo, con mi padre, el 12 de octubre del 2009. Suspendimos los viajes por diversos motivos, luego descubrí que la verdadera razón, que lo impulsaba a tal decisión, radicaba en el temor de mi madre por los efectos que pudieran tener, en el futuro, los viajes extracorpóreos sobre mi mente. Nos sentimos preocupados por su salud, que empezó a empeorar víctima de sus temores. Papá desistió del proyecto al sentir culpa. Yo continúe al prometerle que solo viajaría a dimensiones o capas más profundas, si lograba desaparecer los efectos secundarios que nos atormentaron por más de dos meses, al regresar. Por alguna razón las emociones del pasado se arraigaban con fuerza en nuestra psiquis desequilibrando nuestro normal comportamiento.
Basta con decirle, que logre perfeccionar la técnica de relajación y desvanecer los efectos secundarios estudiando y aplicando una técnica encontrada por casualidad en un libro de Osho titulado, “Meditación: La primera y la última libertad”. Ya es de madrugada y le escribo una carta a mi padre para que esté al tanto, dice lo siguiente: “Hoy emprendo un nuevo viaje son las tres de la mañana del día viernes 17 de abril del 2010. No voy solo, responsablemente prepare a mi novia al descubrir que poseía facultades mentales para manejar y enfocar las energías cuánticas del cerebro a su voluntad. Bendición nos vemos pasado mañana. Panchito”
18 de abril de 1810
El día amaneció claro. El sol esparcía sus rayos a lo largo y ancho del horizonte, el cielo despejado auguraba buen tiempo, después del prolongado verano que abrazo las tierras, y resecó los ríos y quebradas del valle de caracas. El viento estuvo soplando fuerte desde las cinco de la tarde, hasta las once de la noche. Los arboles de las montañas rugieron al paso de un torbellino que rabiosamente golpeó la arboleda. Minutos después un ligero temblor se sintió sobre el valle, creando zozobra entre los habitantes. La naturaleza daba señales de cambios, mientras un grupo de aldeanos se reunían en secreto procurando cambios de poder, sueños de libertad. Durante el día recorrimos las calles y caminos buscando pistas que nos encaminaran al epicentro de los acontecimientos, hasta que al fin dimos con unos nombres extraídos de los libros de historia de Venezuela. Los seguimos con nuestro molde etérico, tratando de no interferir en los eventos que se desarrollaban. Tocaron la puerta en clave, y luego dieron la contraseña. Fluimos detrás de ellos ubicándonos en un rincón, de la sala.
_ Se dice que el rey Fernando fue derrotado, por los franceses.
_ Ssssss, Hable bajito compadre que las paredes tienen oídos.
María Cristina mi novia sonrió mientras me cuchicheaba “como que tiene oídos ultrasensibles”. Yo me concentre en escucharlos. Juan Nepomuceno y José francisco, hombres del pueblo, campesinos que labraban la tierra para su sustento. Formaban parte de aquella gesta libertaria. Estos hombres nacidos en la pobreza tuvieron la oportunidad de estudiar con el niño Simón Bolívar, recibieron sus enseñanzas de Simón Rodríguez, joven revolucionario que promulgaba un nuevo sistema educativo basado en los derechos de igualdad y libertad de los grandes pensadores de la vieja Europa. ellos eran pobres pero las ideas revolucionarias de simon Rodriguez, le permitian estudiar sin pagar en la escuela del cabildo de caracas. Aquellos muchachitos el tiempo los convirtió en hombres, pero nunca olvidaron las enseñanzas de su maestro, ahora en los albores de una nueva oportunidad de lograr la libertad, recordaban los sueños de su amado maestro y su periplo por el mundo.
_ Se dice que él y Bolívar estuvieron en la coronación de Napoleón.
_ También que juraron en el monte sacro liberarnos del yugo español.
_ Gustoso vertería mi sangre por sus ideales, por que son nobles y para el pueblo.
Ellos, al igual que muchos venezolanos estaban cansados de la esclavitud sometida por el imperio español. Un movimiento organizado muy secretamente por el clero de caracas, políticos y militares, les habían sembrado la idea que los sueños de libertad estaban cerca. Tan cerca que los sorprendió aquella noche, mientras esperaban noticias de los acontecimientos que ocurrían en la vieja Europa. Cuatro golpes en la puerta en clave, más la contraseña auguraban la llegada de los principales estrategas del movimiento.
_Buenas noches caballeros, dijo el recién llegado, no hay tiempo que perder así que ha llegado el momento de actuar.
_ Que vamos hacer, dijo juan Nepomuceno.
_ La misión de ustedes es mantener a partir de hoy el pueblo en vigilia. Debemos actuar con precaución, no podemos equivocarnos en la estrategia, no queremos que haya muertes innecesarias.
_ ¿y como haremos eso? esgrimió José María desde su asiento, si los españoles no quieren dejar el gobierno. Si pretendemos libertad, la sangre de nosotros a de correr por estas calles, para que nuestros hijos sean libres.
_ ¡No, no, no! Eso sería la última instancia a seguir. Ya les dije no queremos derramamiento de sangre innecesaria. ¡Escuchen bien esto! En vista del derrocamiento del rey de España y el claudicamiento de Fernando VII, ayer nos reunimos y determinamos que el momento ha llegado. Su tarea señores es mantener al pueblo informado en secreto, es cuestión de horas para que reunidos le exijamos que renuncie.
_Bueno pero por que no vamos ahorita y reunimos a la gente y gritamos que se vallan., señalo Jacinto otro de los revolucionarios.
_ Les repito que debemos esperar la oportunidad, no debemos precipitarnos y crear un baño de sangre y el fin de los sueños de libertad. ¡Escuchen esto! La mujer que me acompaña se llama Josefa Camejo, se vino de Falcón para ayudarnos a organizar la gente, ella va a trabajar con ustedes. A partir de este momento comerá con ustedes, dormirá con ustedes y de ser posible irán hacer sus necesidades juntos ¡por que no podemos permitirnos el lujo de perder la sincronización de los acontecimientos!
El personaje incognito era el militar José Félix Ribas, encargado de movilizar las masas hasta el ayuntamiento llegado el momento de actuar.
_ ¿y qué hay de Simón Bolívar? No se ha oído más de él, pregunto Timoteo.
_ El capitán general Vicente Emparan lo tiene confinado bajo vigilancia en su hacienda de yare, pero estamos seguros que llegado el momento preciso, él sabrá como burlar la vigilancia y acompañarnos en la cruzada, enfatizo el joven José Félix Ribas. Amigos, patriotas, debemos a partir de este momento, les repito, mantenernos atento al llamado de la patria.
Después de aclarar algunos detalles se marchó, de prisa, debía de presentarse en la casa del médico José Argel de Álamo. Debían de planificar las estrategias para obligar al capitán general Emparan acudir a un cabildo abierto, allí le exigirían la creación de un gobierno independiente de España, imperio que estaba ahora en manos de los franceses de Napoleón Bonaparte, quienes izaban la bandera de la libertad e igualdad en el mundo.
Hasta altas horas de la noche el ambiente de caracas, estaba cargado de emociones. El nerviosismo y la incertidumbre dominaban la escena. En el cabildo reinaba la intranquilidad. Muchos exaltados que gritaban consignas, purgaban horas de prisión, mientras otros enviados a sus haciendas, tenían casa por cárcel. Entre ellos se incluía al joven Simón Bolívar, quien proclamaba casi a voz populi su aversión por el gobierno de la corona.
19 de abril de 1810
La ciudad de los techos rojos, amaneció en un silencio sepulcral. El mutismo aceleraba más las emociones de los habitantes, los temores de un enfrentamiento sangriento recorrían las calles y encontraban ecos en las familias que temían represalias por enfrentarse al yugo imperial de los españoles.
Las nueve de la mañana y el cabildo abierto no había producido la reacción esperada en el capitán Emparan. Algunos ya dudaban de encontrar la solución sin disparar un tiro, y nerviosamente daban indicaciones para de algún momento a otro tomar el poder por las fuerzas. De improviso el capitán general se levantó de su asiento y hablo en voz alta, mientras buscaba la salida del edificio.
_ Como ustedes no están claros en sus exigencias me marcho a la catedral, para las exequias religiosas, les precisó.
Era jueves santo y en la catedral lo esperaban para los actos religiosos. Francisco salias voló literalmente de su asiento y salió a cortarle el camino. Con respeto lo tomo con firmeza por el brazo obligándolo a regresar.
-Capitán, la reunión no ha terminada, le agradezco regrese a su asiento, le susurró.
Giraron, en medio de los aplausos y vítores de la multitud que celebraba la astucia de Salias. Emparan molesto, hizo señas a los oficiales para que lo detuvieran. Y estos empuñaron las armas con el fin de cumplir sus demandas, pero un oficial al mando de la tropa, impartió nuevas señas, y los detuvo en el acto, permitiendo que Salias lograra su cometido.
En cuestiones de segundos una oleada de revolucionarios entraron al cabildo; creando más tensión y desconcierto. El canónigo José Cortes Madariaga marchaba al frente, flanqueado por representantes juristas y del pueblo, entre los cuales estaban juan Nepomuceno y José Francisco. Más atrás otros representantes del clero se unían al acontecimiento, que se cargaba de emociones casi hasta explotar el recinto.
Por otra parte, José Félix Ribas entraba al tumulto de gente apostado a las afueras del cabildo, con un grupo grande de revolucionarios, gente de pueblo. Panchito recordó una cita bibliográfica “Se multiplicó por calles y cuarteles, animando en medio de la muchedumbre incierta, venciendo resistencias tímidas, pero embarazosas, esforzando a los débiles, llenando los pechos de su osadía y entusiasmo”.
Algunos parroquianos ofrecían promesas al cristo redentor, esperando un milagro en la semana santa, mientras la ansiedad y el dilema gobernaban las calles de caracas. En el seno del cabildo la situación llegaba al límite de tensión.
_ ¡Renuncie Emparan! le exigió Madariaga acaloradamente.
_ ¡Solo el pueblo, me puede pedir la renuncia! le respondió el Capitán general un poco contrariado.
Todos los factores políticos, económicos y de sociedad, comenzaron a levantar la voz presionando para que tomara una decisión. Emparan miro a ambos lados del salón y sin vacilar lo vimos dirigirse al balcón. Abajo la multitud azarosa no tenía claro la situación. Cuando Emparan les pregunto:
_ ¿Pueblo desean que yo continúe mandando?
Un murmullo de voces invadió la estancia. No se ponían de acuerdo para responder. Esto lo aprovecharon partidarios de gobierno español para gritar “si queremos, si queremos”. Los gritos aumentaron más la confusión caldeándose el ambiente, unos jaleos para aquí y para allá incrementaron el desconcierto. Arriba en el balcón, Emparan, cansado y molesto volvió a preguntar.
_ ¿Pueblo desean que yo continúe en el mando?
Vimos a Madariaga cruzar señas con el medico José Rafael Villarroel y luego ubicarse detrás del capitán, mostrándole al pueblo con el dedo que dijeran que no. La cual fue seguido por los partidarios de la revolución. Aupada por el médico, quien gritaba a todo pulmón “no lo queremos, no lo queremos”
_ ¡Pues yo tampoco quiero mando! se le oyó decir a Emparan.
El pueblo sorprendido con la respuesta, se abrazaron, gritaron y alzaron la voz en medio de canticos, las calles fueron recorridas de palmo a palmo y por vez primera se escuchó un cantico revolucionario que lentamente se hacía himno “Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzo, la ley respetando la virtud y honor……..”." Luego este canto se corearía a lo largo y ancho de la nación.
La noticia le llego Simón Bolívar, de sorpresa en su hacienda. Respiro profundo para luego soltar “Hoy nacio la aurora de la independencia, la libertad la cual lograremos cuando el ultimo gobernante de la corona haya salido de nuestra américa”. Después levanto una copa de vino y celebro por la nueva república que recién comenzaba a nacer, giro instrucciones y se preparó para asistir al llamado de la nueva junta de gobierno.
A petición de mi novia avanzamos dos capas más en el tiempo y allí pudimos ver a cientos de Kilómetros de distancia. El nacimiento de la independencia de México. Cinco meses después de los acontecimientos en caracas, en septiembre, el pueblo de dolores amaneció en armas guiado por el sacerdote Miguel Hidalgo quien lanzaba la proclama independentista conocida como “grito de dolores”.
Los gritos de libertad de Guaicaipuro, Anacaona y otros mártires de la américa indígena, encontraban asiento en los nuevos próceres.
20 de abril
Regresamos en perfectas condiciones del viaje, los efectos secundarios desaparecieron al realizar la limpieza de nuestra mente mediante la meditación. María cristina me pide, entre risas, que le cuente una anécdota del viaje. “Resulta que después que José Félix Ribas abandona la casa de reunión, un hombre hacendado de nombre Vicente Alonso, traba conversación con Juan Nepomuceno, a veinte metros de distancia se encuentra un niño de aproximadamente diez años, de piel negra, esclavo del hacendado. Con una lanza rudimentaria hecha de cualquier palo atina con precisión y exactitud una tapara que pendía de una rama del árbol, casi al ras del suelo. El amo lo reprende por el nombre y doy en cuenta que es Pedro Camejo, “el Negro Primero” quien será la mano derecha del centauro de los llanos. El niño se sienta molesto recostándose sobre el tronco del árbol, acariciando su lanza. En un santiamén me coloque a su espalda y le dije “saludos a mi teniente”, volteo y vio una figura fantasmal. Dio un brinco en el acto y salió corriendo gritándole al amo “señor, señor. Un muerto vi un muerto que me hablo”. El hombre contrariado le dijo “que muerto ni que ocho cuartos, trae las bestias que nos vamos. “Si amo, le refuto, me dijo saludos a mi teniente”. El hacendado rio a carcajadas diciéndole “teniente tú”. Nuestra risa era muy diferente a la risa del hacendado, vimos partir a pedro Camejo volteando de vez en cuando hacia atrás y blandiendo la lanza entre sus manos. Ya la historia le daría la razón.
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Descripción

UN VIAJE POR EL TIEMPO, PARA RECREAR LA GSTA INDEPENDENTISTA DEL 19 DE ABRIL DE 1810

Palabras Clave: ABRIL INDEPENDENCIA EMPARAN MADARIAGA

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Creditos: FLORENCIO MALPICA

Derechos de Autor: FLORENCIO MALPICA


Comentarios (5)add comment
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Elvira Domnguez Saavedra

Florencio, excelente relato a propósito de las fiestas del bicentenario de independencia. Original la forma en que los personajes se trasladan en el tiempo, mucho se ha buscado en la ciencia la forma de retroceder en el tiempo. Sería muy interesante conocer la forma en que se dieron estos acontecimientos, sin embargo los sucesos que narras me parecen muy congruentes y exaltan el espíritu de libertad.
Mis saludos.
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April 22, 2010
 

florencio

Alfonzo mucho gusto paisano.
gracias por tus emotivas palabras.
feliz Bicentenario..............
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April 20, 2010
 

florencio

gracias daniel.......................................













feliz bicentenario.............................
Responder
April 20, 2010
 

Alfonso Z P

Florencio: mucho gusto.
Qué buen relato paisano!. Mezcla de ficción con historia, narrada en una forma amena
e interesante, dejando ver los acontecimientos de aquel 19 de abril.
Me recuerda mis años primarios, cuando en el improvisado escenario de la escuela
Miranda, allá en el Tovar de mis recuerdos, se escenificaban por los alumnos, los
acontecimientos de esa fecha patria, el tedeum en la iglesia de Nuestra Señora de
Regla, finalizando con la ofrenda floral en la plaza Bolivar.
Mis felicitaciones y mi reconocimiento, con todas las estrellas
Saludos desde Caracas: Alfonso
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April 19, 2010
 

Daniel Florentino Lpez

Buena recreación!
Feliz Bicentenario!
Un abrazo
Daniel
Responder
April 19, 2010
 

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