A sabiendas de la noche y su encanto
escogí el homenaje acodado en las sombras.
Jazz y tragos te nombran,
voluntad por el piso,
ni un aviso moral hacia arriba
para el trompetista que vuela
fraseando nostalgias,
creando la magia de la derrota.
Consumir desenfreno y Rimbaud que aconseja
una temporada en el infierno
y despues tropezar en las calles,
esquivar la basura que consuela el hambre,
orinar por costumbre en la decadencia
de la sociedad.
A sabiendas de la lectura y su pronto
arrebato echo mano a otro vaso,
saboteando los sabios consejos
mientras el espejo respira
abriendo sus labios.
                            A Chet Baker