Sister Twisted
Publicado en Apr 07, 2010
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Si no conoces a mi hermano es porque vives tal vez en una cueva, el tipo tiene algo que  es imposible que pase inadvertido en donde sea que se pare, ya sea por su mera presencia o por meterse en broncas como acostumbraba. De esa manera se han ido creando historias con tintes épicos acerca de él; en la secundaria, a pesar de no tener una estatura respetable, su actitud de niño malo y habilidad para el grafiteo lo pusieron en la mira de todo el personal. Los niños se le acercaban buscando su amistad y por supuesto nunca faltaron las niñas precoses detrás de él.  
En la prepa, ya de 1.80 y con el grafitti "on hold", se dedicó a perfeccionar su técnica con los puños, no era agresivo, solo que le encantaba defender al desvalido o marginado social, se la pasaba "haciendo paros"; y mi mamá pasó días enteros en la coordinación moviendo influencias para que no lo expulsaran. Éste aceptaba el castigo porque según él, había hecho lo correcto. Ya para salir tenía que salvar tres materias que debía (por faltas), su asesora le pidió ayuda con el festival de teatro de cada año, la mujer conocía el historial del chavo bandalizando propiedad federal, así que lo puso a diseñarle una escenografía y de paso la publicidad. Creo que lloró el primer día, no tenia una maldita idea de que hacer.
Es entonces cuando abandona la fiesta un rato para concentrarse en su asignatura, de lo contrario, adiós universidad. Tuvo que leer el guión de la obra y acercarse a todos los organizadores para buscar la inspiración e intercambiar ideas, incluso se atrevió a charlar con los "actores", cosa que casi le cuesta la popularidad, ya que esos chavos eran la burla de la escuela, pero como siempre "Mariano carisma", hizo de las suyas y de repente ya no era tan malo ser del club de teatro, estando él ahí, ya lo había hecho "in".
Cuando el festival se tenia que presentar, los días de Mariano como "equipo técnico" habían terminado, se autonombró jefe de Relaciones Publicas y explotando su rostro, arrastró a cuanta chava pudo y las hacía comprarle boletos para los amigos también, el hombre llenó las cuatro funciones y entonces se dio cuenta que lo suyo, lo suyo era el "show bizz". Por si no quedó claro, pasó sus tres materias.
Su vida no era simple, por las mañanas estudiaba administración y por las tardes se reunía con sus "socios", ah, porque aprovechó para hacerse cuate de dueños y gerentes de varios antros,  traía grupos, dj's y bandas de duranguense. A los 20, el tipo se hacia llamar "empresario", no soltaba la palm y por donde lo vieras, parecía reina de carnaval, saludando a todos; apenas y lo veíamos en la casa, llegaba a cambiarse y cenar, de ahí se encerraba a hacer tarea, o salía a sus eventos. Hubo ocasiones que mis jefes se enteraban de lo que hacia porque veían sus anuncios publicitados en el diario o en la calle. A mi me preocupaba, apenas y hablábamos y no me latía su forma de vivir, siempre en el acelere, extrañaba a mi bro.
Entonces llega mi turno de entrar a la universidad, la facultad de sistemas está en el mismo edificio que la de administración, así que veía a mi hermanito, el popular, todos los días. El primer mes fue una tortura, me vieron llegar con él y me llovieron las viejas preguntando si teníamos algo que ver, en cuanto aclaré que era mi hermano, la cosa empeoró, llegaron mas fulanas queriendo caerme bien, ah y debo mencionar que ningún chavo se me acercó porque leyenda de Mariano y los golpes, seguía viva.  
Realmente se portó buena onda, me presentó a todos los maestros, a los coordinadores, las secretarias, al rector, todo para facilitarme las cosas. Superando el periodo de adaptación, empezó mi buena racha, ahora estaba mas cerca de los eventos, le ayudaba a cobrar, mi cel sonaba a toda hora, hasta me hizo tarjetitas de presentación "Araceli Roldan, asistente, Producciones MRB", si, el hombre ya había formado su compañía y la había dado de alta en Hacienda.  Me gustaba ser su asistente, lo mejor fue cuando me habló el manager de Kinky para confirmar la fecha, que seria dos días antes de mi cumple, estoy segura que Mariano lo hizo por mi, aunque no lo admita nunca.
Todas esas tareas me habían desviado un poco de mi objetivo, ok, estaba cerca de mi hermano, pero seguía sin resolver los misterios a su alrededor. Conocía a sus amigos y a todo el séquito, pero gente de su entera confianza, solo yo y su compadre Isaac. Este le había sido fiel desde la primera suspensión hace unos diez años, por grafitear "putos" en la pared de tercero "C", que tan mal le caía.  Retomando, la máxima era respecto a su vida sentimental, se decía que tan guapo, popular y agradable, tenía que ser gay. Yo tenía mis dudas, porque en efecto, años sin verlo con una mujer, y de hecho solo hombres lo frecuentaban. Después de pensar y pensar, dije que si el hombre era feliz, pues ya ni modo, tendría un cuñado y tal vez asesoría para mis compras y cambios de look.
 Al fin llegó la noche de Kinky, está por demás decir que llevaba seis meses esperando la fecha, y ahí estaban ya. Pedí permiso en la escuela para irlos a ver, suerte que Mariano tenía examen ese día y me los encargó.
- Chaparra, ¿cómo te va?
- A gusto, ya los dejé en el hotel y pues ya nos vemos al rato.
- No andes de zorra ¿ok? Por cierto, tienes las cortesías, ¿verdad?
- Me prometiste una para mi amiga.
-Si, si, jálate para el Samborns me urge una.
Salí corriendo de ahí, porque cuando Mariano decía "me urge", cualquier cosa era vital. Lo encontré en el restaurante, acompañado por una lady, se me hizo conocida, como de mi estatura, bonito bronceado, pelo chino, linda, del tipo sporty. Me acerqué no sin antes pedirle autorización a mi hermano, le entregué el sobre y sus llaves y salí de escena directo a las revistas. Tomé una que detallaba la casa de Jennifer López, (¡demonios! La odio) y la revista se escapó de mis manos, fue a dar al piso, no fue torpeza, fue de la impresión de que al fin ubicaba a la tipa.
Cuando mi hermano estaba en segundo semestre, me contó que había conocido a una chava en una fiesta, me la presentó después de las vacaciones, "la tenista", maldita vieja, la verdad si está muy buena, del mismo tipo de Jennifer. Obvio mi hermano estaba feliz en ese entonces, pero quien sabe que pasó que ni seis meses cuando ya bye; no volví a saber nada de la mujer hasta ese día.
- Hábil, ¿Vas a comprar eso o qué?
Ya Mariano estaba atrás de mí, teníamos aun mucho que hacer, dejé la revista y lo seguí, no decía nada, pero estaba muy serio, como triste mas bien. 
- Era Sara, ¿verdad?
- Si, creí que no te ibas a acordar - sonrió un poco y no volvió a hablar de la tal Sara.
La locura del evento empezó oficialmente a las seis que se abrieron las puertas, se llenó en una media hora, Mariano andaba de aquí para allá, y yo procurando no separarme de los remolques alias camerinos. Y suena el cel por enésima vez en el día.
- Chaparra, lánzate con los de seguridad, Sara no puede entrar.
Y siguiendo órdenes, fui directo a la entrada, ahí estaba ella, luciendo sus curvas trabajadas en el gym, maldita vieja. No muy a gusto se veía, para empezar iba sola, porque Mariano nada tonto, solo le dio una cortesía. Ya la dejé en su área y me regresé al "backstage", le avisé a Mariano que su mujer ahí andaba y me olvidé del asunto.
- Oye, chaparra,  quédate ahí atrás, sólo si hubiera una bronca así cañona, me avisas.
- ¿Que? Vas a estar con Sarita me supongo.
- Ya llégale a tu puesto.
Me asomé y ya estaba el hombre junto a la Sarita, o sea la tipa con una cara de aburrimiento y el idiota de Mariano hacia de todo para tenerla a gusto. Odiosa.
A medio toquín me manda mensaje Mariano, que llevara a "Sarita" al baño, ya fui por ella y ahí estaban los dos como enojados, mas bien él, la tipa mantenía la jeta de "estoy bien buena, adórame".
- Qué buena onda que ayudes a Mariano, aunque dice que puede solo, pero así creo que se evita muchos dolores de cabeza -ella haciendo plática como buena cuñada.
- Puede arreglárselas, ha estado así mucho tiempo y le ha ido muy bien.
- Si, me da mucho gusto, en serio.
- ¿Y qué, ya regresaron?
Silencio, se empezó a lavar las manos otra vez, toda nerviosilla.
- No, no veo eso como posibilidad.
- ¿Por qué, semi perfecto no es tu tipo?
- Va mas allá de eso, simplemente no soy la mujer para alguien como él, necesita una nena que no tema estar a su sombra.
- Tienes razón, no eres para él.
 La dejé que se regresara sola, no iba a permitirle amargar MI noche con Kinky.
Cuando acabó el desma me encontré con mi hermanito en el estacionamiento, íbamos a la party en casa del otro socio, lo chido es que la Sarita ya no iba. En fin, a eso de las cuatro de la mañana, Marianito se había cambiado el nombre, se había puesto estúpido, afortunadamente ya no malacopeaba como en su juventud.
- ¿Qué hablaste con Sara?
- Nada, na' mas le pregunté si andaba contigo.
- ...che vieja, bueno no, no tiene la culpa, el imbécil soy yo.
- Ay ya, o sea estás de acuerdo que puedes tener a la vieja que quieras.
- Yo quería a esa y aun así se da el lujo de batearme.
Le dio el último trago al vaso y nos fuimos.
No volvimos a ver a Sara, bueno a la mejor él si, yo solo supe que se fue a jugar a Estados Unidos y dejó a Mariano con el corazón hecho pedacitos, refugiándose en su agitada vida, matando la soledad saturándose de trabajo, y aquí sigo, cuidando su espalda, porque sé que detrás de esa facha, el tipo es frágil.
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Foto del autor Maggs Inzaghi
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Descripción

Este es la entrega nmero uno de las aventuras de este chavo, su hermana y sus amigos.

Palabras Clave: hermanos concierto guapo kinky

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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