Dios!
Gracias por todo lo que me has dado, por mi familia, por mis amigos, por las personas que me rodean. Gracias por guiar mi destino, por darme la oportunidad de conocerte, de encontrarte de cerca, de sentirte en mi corazón y en mi vida.
Señor Dios, Padre, Jesús, Amigo, no importa como te llame, sabes que son hacia ti mis oraciones, mis ruegos, mis peticiones y mis agradecimientos. Sabes que me considero hija, amiga, aprendíz, seguidora tuya y cómo tal quiero corresponderte.
Sobran los momentos en que te tengo presente en mis pensamientos y en mi corazón, se que a veces no son para lo que tu esperas... porque suelo pedirte mucho llegando a la exigencia, misma que no mereces porque tu tienes tu tiempo, tu espacio... ¡pero es tan difícil comprenderlo! Ayúdame entonces a ser paciente a dejarme en tu voluntad y tus designios sin cuestionarlos, sin querer cambiarlos y a aceptarlos, porque estoy segura que tu sabrás por que lo haces. No te alejes de mi corazón, no dejes que entren las dudas o la desesperación porque entonces siento que me voy de ti... ayúdame a confiar plenamente en ti! Mi vida es tuya y lo sabes, yo no creo que pongas pruebas porque ves el corazón y la sinceridad de quien se acerca a ti, confío en que a tu lado me sentiré segura, protegida y amada, humildemente estoy ante ti para la misión que me encomiendes, sólo déjame sentir que estás conmigo...