EL NAVEGANTE
 
 
 
Sabes que he navegado
por mares tempestuosos
y helados…
 
 
Y que mis ojos
han hurgado por los vientos,
que revuelven
las aguas salobres,
entre tus arrecifes.
 
 
Y sabes
que cuando por fin me acerco
a la escarpa de tu airoso litoral,
ese que se dibuja
ante la bruma de mis sueños…,
adivino el misterio
que me escondes.
 
 
El misterio precioso
que cubres
con esa mano alada,
que descansa
en el vuelo de tu mirada
insondable,
y de tus sueños inasibles,
y del dejo velado
de tu sonrisa suave.
 
 
Y entonces preparo
la arribada.
 
 
Y recojo las velas.
 
 
 y tomo con mano firme
el timón…,
 
 
Y entonces vuela mi quilla
ante fulgor de tus miradas
que vehementes me atraen,
hacia la gruta misteriosa
que escondes,
entre las cinco escolleras
de tus dedos.
 
SAN JERÓNIMO LÍDICE, 28 DE NOVIEMBRE DE 2009.