Un día normal como todos toda la gente espera una sola cosa, la ruleta del destino un macabro suceso que se daba cada tres meses para decidir que personas merecían vivir y cuales no, era simple se desidia basándose en que tan útiles eran para la sociedad, que tan elevada era su moral, cuanto alimento y agua consumían.
Estas reglas eran cada ves mas exigentes y se aplicaban cada ves a menor edad todo con un solo fin prolongar lo inevitable el inminente fin de la vida humana.
Era solo cuestión de tiempo para la anarquía total estallara cada ves mas persona eran las elegidas en este macabro juego de lotería simplemente no importaba si era un político o una estrella este juego los elegía cada ves mas jóvenes.
Nadie sabia quien era el que tomaba la decisión final algunos le atribuían omnipresencia otros lo creían un dios.
Que era aquel ente que decidía el destino de la humanidad, la hora se acercaba se diría quienes eran los elegidos
-los siguientes son los elegidos de este trimestre: john h. wells, ana Marie j. stratoti, …
-bien parece que esta ves serán solo ancianos- dijo mikael a su hermana menor las veinte personas ya habían sido seleccionas cuando se escucho en los altavoces lo nombres de mas personas había ascendido hasta las cien. entre los nombres se había escuchado el de Elizabeth dorfth la hermana menor de mikael bastaron solo unos minutos para el revuelto total. la revolución había explotado era increíble que aumentaran de modo tan abrupto la cantidad de personas que debían morir todos estaban en total descontrol. un instinto primitivo había despertado. uno que solo ordenaba una cosa destruir. ya no eran hombres y mujeres solo la sombra de lo alguna ves fueron. la destrucción fue casi total una civilización entera desapareció en se momento pasaron semanas para que ese
Instinto se disipara.
Ya no quedaba nada. mikael recobro el conocimiento en el medio de lo que alguna vez fue su ciudad. ya no eran humanos eran bestias, con sus cuerdas vocales ya atrofiadas por los gritos frenéticos que dio durante semanas trato de llamar a su hermana mas de su boca solo salieron una especie de gruñidos intentando articular palabras.
Camino torpemente en su búsqueda. llego hasta ella estaba muerta. fue sofocada entre la multitud de cuerpos mikael dio un gran rugido cargado con pena y angustia. Un grito lleno de dolor.
Pasaron las horas mikael en un recuerdo de humanidad enterró a su hermana y encendió un fuego que atrajo a los demás todos se sentaron al rededor de aquel fuego contemplaron la flama aunque todos y cada uno de ellos recordaba como era todo antes en sus cabeza sabían que ya nada volvería a ser igual.