Desastre aéreo 6
Publicado en Feb 02, 2010
Prev
Next
6
 
  
Vuelo 0517
Destino: Posadas/Iguazú. Delayed.
-qué divino cómo hablas con tu hija. -lanzó Paula, que no se había movido del asiento.
-si... está terrible Steffi. -contesté aún aturdido y receloso mientras volvía a sentarme.
-y...sí, los chicos están cada vez más vivos.
-ja... un día van a nacer hablando...
-¡tal cual!
-y van a estar mandándose mensajes de texto de cuna a cuna...
- ja, ja ¡imaginate!... Pero ¿por qué no la dejas tener celular?
-porque no me gusta. -volví a dar una bocanada ansiosa al aire acondicionado de la zona de embarque y, después de exhalar con tono resignado, me escuché decir:  -ya está.... la madre ya se lo compró, ya lo tiene...
-pero es mejor que lo tenga, así ella está en contacto... además debe ser la única que no tiene un "celu"
-si... no sé. Capaz tengas razón y yo soy un poco anticuado... Capaz el amor ya no exista,  las cosas sean "nada serias" y ya no se sufra por todo lo que yo sufro.
-no digas eso. Me hiciste pensar con eso de: "hay que vivirlo para decirlo".
-no hagas caso. Me están pasando tantas cosas que ya no entiendo nada...  Cierto, ni me acordaba que te había dicho eso.
-es un buen consejo... las cosas hay que vivirlas.
-si...es de un existencialismo tan barato que te lo regalo. Vos sos muy chica para eso ¿Cuántos años tenés, Paula?
-cumplo veintiuno el veinte de noviembre. Soy escorpiana.
-ay, eso suena venenoso.
-no... ¿por el signo decís?
-por todo.
¿Acaso me estaba haciendo el galán? Decidí frenar a mi ego y su bendita necesidad de drogarse con feromonas. Ya tenía problemas suficientes con las mujeres de mi vida como para andar sumando aquel terrible, sinuoso, bellísimo y rubio despelote. Pero no me animé a rechazar a Paula con brusquedad. Sólo abrí la notebook e inicié el Autocad para simular.
En el Messenger, Javier iniciaba sesión.
-¿así que te venís a vivir a Buenos Aires?
-si
-¿A dónde?
-Vicente López.
-¿ah sí? Tengo una amiga que vive ahí.
-ah.
-bueno... y dame tu número así nos mantenemos en contacto.
Suspiré dolor antes de contestarle:
-no puedo darte mi número, Paula, estoy saliendo con alguien y me vengo a Buenos Aires a vivir con ella... se llama Valentina y es la chica con la que me viste en la revistería. Estamos enamorados.
Decirle aquello sólo resultó para desafiarle el orgullo. Lo vi en relámpagos en esos ojos septembrinos.
Pero sonó el celular y era Valentina.
-mirá qué justo: es ella.- dije a una Paula ocupada en reacomodar sus fichas. Entonces, la Chica Bond, afecta a ciertos dichos populares, me contestó:
-es de buen corazón.
Página 1 / 1

Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy