EL "SOBERANO DE LOS MARES"
Publicado en May 05, 2009
EL "SOBERANO DE LOS MARES"
El 26 de junio de 1634, Carlos I de Inglaterra y de Escocia, hijo de Jacobo y marido de Enriqueta, visitó los astilleros de Woolwich para inspeccionar personalmente la construcción del "Leopard". Estando en bodega sacó aparte al constructor jefe y le dijo: Quiero el navío más bello y poderoso del mundo. Phineas Pett, descendiente de una antigua familia de constructores navales, con excelente preparación técnica y uno de los más famosos de la historia, que había construido también el "Prince Royal", se inclinó respetuoso ante su Majestad, en señal de aprobación, y se dedicó por completo a complacer al Soberano, pese a las protestas que no tardaron en llegarle, criticando agriamente la decisión Real. El "Soberano de los Mares", como fue llamado el antiguo "Leopard", entro a servicio en 1637, y dicen los estudiosos que se adelantó muchos años a su tiempo. Ostentaba una variada velamenta, abundante y bien dispuesta obencadura con escotas, estayes y amantillos, además de otros detalles importantes que hacían de su jarcia la más noble y refinada de Europa. Contrario a los comunes veleros de la época, El "Soberano de los Mares" lucía un redondo trasero ricamente decorado. Cien cañones defendían el cuerpo de este orgulloso a quien los holandeses respetaban y elogiaron con el satánico mote de "El Diablo de Oro". En el extremo del regio mascarón proel cabalgaba imponente, sobre 7 reyes enemigos, el legendario Edgardo el "Pacífico". Los lebreles de Enrique VII, dragones, unicornios y leones ocupaban, con las rosas de Inglaterra y el cardo de Escocia, la flor de lis francesa y el arpa de Irlanda, todas las bordas del beque. La roda remataba en un Cupido montando un bravo león, mientras dos pequeños ratones reían en las serviolas. Seis bellas divinidades dominaban el castillo y tres frisos adornaban las amuradas con blasones y volutas, instrumentos musicales, celadas y corazas junto a toda clase de armas. En las bandas del castillo y del alcázar alternaban, con los signos del zodíaco, conocidos emperadores romanos. En la alta popa dominaba la Victoria, junto a Jasón, Júpiter, Hércules y Neptuno, en tanto en las bandas del timón se observaba la siguiente memorable leyenda: "Qui mare, qui fluctus ventos, navesque gobernat, sospitet hanc arcem, Carole magne, tuam". * Y efectivamente, El "Soberano de los Mares" vivió más tiempo que su Rey, aunque no pudo escapar a drásticas tansformaciones, incluyendo otra vez la de su nombre. El "Royal Sobereign" salió airoso de todos los combates, pero tuvo un incandescente final, cuando los efectos de una bujía traidora le consumieron el vientre hasta dejarlo en cenizas. __________________________________________ * Que Aquél a quien obedecen el mar, las mareas, los vientos y los navíos, guarde éste, oh gran Carlos, tu navío, con sustancia divina.
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