Capitulo 2: El sueo:
Publicado en Jan 31, 2010
Corrí lo más rápido que pude. Era la más veloz de mis amigas, no creía que me alcancen. Los vientos seguían chocando en mi rostro y seguía sin destino alguno.
Una imagen vino a mi mente. Era un bosque junto al lago. El Lugar donde me ocultaba del sol. Siempre estaba cubierto de nubes y niebla, mi lugar favorito. Me di cuenta que estaba deteniendo el paso mientras pensaba. Aceleré hasta adentrarme en el bosque. Luego me recosté en un roble y profundice mi mente. No podía soñar, pero profundizar mi mente era lo más parecido. Estaba en un claro, había margaritas blancas y el cielo estaba despejado. De un árbol salieron unos cabellos marrones volando en dirección al viento, luego unos ojos color plata me hipnotizaron y su voz… - Jane – Era una voz dulce y suave- Jane- repitió esa canción hermosa que salio de su boca. - ¿Aaron?- Estaba incrédula. No sabía explicar lo que sentía, era una combinación de alegría, felicidad y tristeza. Caminé hacia a él y lo abracé. Me devolvió el abrazo con dulzura mientras me acariciaba los cabellos para calmarme. - Jane, no vine solo para encontrarme con vos. Hay alguien esperándote- Su voz se volvió baja y fría, una voz que nunca había escuchado- Abre los ojos y corre. Se estaba desvaneciendo. Se veía una figura borrosa… y desapareció. Abrí mis ojos y comencé a llorar. Lloré por ver a Aaron desaparecer y por ver a Aaron y recordar lo que le hice. Un sonido vino desde las ramas del roble. Me levanté y agucé mis oídos y ojos. Un fruto del árbol bajó con un golpe sordo a mi lado. Levanté mi cabeza y vi a una chica de cabello castaño y ojos verdes. Era alta y estaba parada sobre una de las ramas del roble. Era Vannesa. Se deslizo sobre la rama y cayó firmemente sobre sus pies. Ella tenía la misma velocidad que yo. Que idiota que era yo, me había olvidado de ella completamente. Me incorporé, sin pararme y le hablé. - Me asustaste- ¿Esa era mi voz?, era fría y escalofriante. Pude ver que había retrocedido al escuchar mi tenebroso timbre- Fuera. Quiero estar sola… - Nada de eso. Recorrimos kilómetros para ver como estabas- Ahora era otra voz. Era Samy. - Dale levántate, no puedes estar toda la noche en el bosque- ¿Cuántas habían venido a ver como estaba?- Ya me esperaba a Emma hablar. - Sí que puedo. Tengo el tiempo del mundo. Eso es lo único bueno de ser un monstruo como yo. - Nosotras también somos monstruos ¿Recuerdas?- La voz que faltaba. Era Emma. Ella y Samy me ayudaron a levantar. – No tenemos que ir a la escuela. – Asentí con poca gana. - Vamos a casa. Tengo que contarles algo. Salté de rama en rama. Las chicas me seguían de atrás y yo seguía a Vannesa que tenía más habilidad que yo para el equilibrio. Avisté mi casa y bajé convertida en halcón. No tenía ganas de bajar saltando desde 7 metros. Entramos y nos encontramos con la mansión nuestra. Estaba llena de estantes y había cortinas por todas partes para que no entrara el sol. Nos hacía débil y estar en el sol no funcionaba para nuestros poderes. Me senté en el sillón rojo de cuero. Bajé la mirada hacia mis jeans de Levis y luego miré hacia el techo. Al bajar la mirada hacia las chicas me di cuenta que me miraban con ansia. - ¿Qué quieren?- Me sorprendí al verlas. - El “Sueño”- Dijo con énfasis en la palabra- Cuenta que viste. - Chicas no puedo contar ahora. Estoy muy mal para recordar de nuevo. Se hizo un silencio. Pero las chicas volvieron a insistir. - Jane Elizabeth López Cullen- El rostro de Emma era serio. Y Cuando decía mi nombre completo significaba que estaba impaciente- Tienes que contarnos. Somos tus amigas… - Bueno- Dije interrumpiendo el discurso de Emma- Cuando llegué al bosque y empecé a soñar me encontré con el rostro de… de…- no pude contener mas las lágrimas, pero igualmente seguí con mi relato- Lo abracé con fuerza y se detuvo- Respiré hondo- Me dijo que había alguien esperándome, Luego se desvaneció. Y desperté. Terminé mi relato y todas me miraban con miedo. Mi sueño era una clave de algo que iba a pasar.
Página 1 / 1
|
Lourdes