Hoy es un día especial.
Hoy el sol brilla, regalándonos sus destellos con delicadeza.
Todos parecen sonreir, disfrutando de una alegría jamás antes vista.
El trinar de las aves compone lenta y dulcemente una melodiosa canción que resuena en nuestros oídos, como si pronunciase tu nombre.
Hasta las copas de los árboles aparentan estar alborozadas mientras se mecen al compás de la brisa primaveral.
Las flores que se ven por todos lados, son otro hermoso detalle que se suma a la algarabía general.
Ni siquiera las aburridas horas de clase logran opacar el color y la viveza del día.
Como si no existieran las penas, ni los sufrimientos, ni problema alguno en la vida.
Observando y percibiendo con mis cinco sentidos todo ésto y más, me doy cuenta de la alegría que reboza mi corazón.
Desde el alba hasta el anochecer, podría afirmar, será así.
Mi rostro, fiel espejo de mi alma y mis sentimientos, expresa clara y completamente mi felicidad incontenible.
Con una sonrisa, con una mirada, con un tenue sonrojo sobre mis mejillas.
¡Y es que es tan grande que no me cabe ya en el pecho!
Sin duda me gusta sentirlo. Es algo que me trae paz, felicidad, armonía.
Me tranquiliza, aún cuando sé que también a veces puede hacerme mal.
Pero definitivamente no deseo hablar sobre éso hoy.
No. Hoy sólo quiero abrazarte, estar contigo, regalarte mi compañía aunque éso sea tan poco.
Porque hoy es un día más que especial.
Hoy es tu día, linda niña.
Hoy tienes un año más de brindarnos el maravilloso regalo de tu existencia.
Un año más de alegrarnos día tras día con tu presencia, con tu amistad, con tu inigualable manera de ser.
Un año más de interminables y entretenidas horas a tu lado, ya fuere en el patio de recreos o en el aula de clases.
Un año más de deleitarnos con tus hermosas sonrisas, tus vivaces ojos, con ésa preciosa y angelical voz que posees.
Puedo afirmar que los demás piensan igual que yo, cuando digo que no te cambiaría por nada del mundo.
Me gustas así, tal y como eres.
Si. Me gustas.
Mi único deseo para ti es que siempre seas feliz, en cualquier circunstancia que se dé.
Hoy y siempre.
Que tu vida sea mucho más larga, y que vivas experiencias aún más gratificantes que las vividas hasta ahora.
Que recibas el doble y hasta el triple del amor que das.
Que encuentres a tu persona más importante y especial, y que compartas tu vida con ella.
Que cumplas todos tus sueños y anhelos de la forma que más desees.
Que estés siempre rodeada de las personas que te quieren y a quienes quieres.
Después de todo imposible no quererte, según yo.
Sólo quisiera pedirte que nunca cambies. Eres única y así debes permanecer siempre.
Yo estaré aquí, observándote a lo lejos y brindándote lo que quieras y cuando quieras de mi.
Lo que sea, no dudaré en dártelo. Te lo mereces más que cualquier otra persona en éste mundo.
Así será hasta que el cruel e impredecible destino haga su jugada, decidiendo separar nuestros caminos.
Entonces ten por seguro que no te borraré de mi mente.
No enterraré jamas tu recuerdo bajo las pesadas y oscuras capas del olvido.
Seguirás latente en mi como una amiga, una compañera, uno de mis sueños más preciados y lejanos.
Y aguardando el momento en el que nos volvamos a cruzar.
Pero por ahora sólo disfruta el presente.
Éste hermoso y cálido día que una vez, hace diecisiete años, te vió llegar.
Que vió nacer junto contigo, una de mis ilusiones y pasiones más secretas y honestas.
Mi corazón me lo dijo. Y no le quería creer, pero hablaba con la verdad.
Espero algún día tener el valor de contarte todo ésto frente a frente.