Tocada Deus
Publicado en Jan 30, 2010
Silencios que martillan:
cicatrices de beso de sirena, aliento a nube. Tu boca. Se carga la bala en la vieja espalda de Dios y sus manos son erizos de mar acariciando el vientre de las olas. Yo te pienso desde aquí, con un whisky y un ron, aves de hielo en mi garganta, recuerdo que hace temblar mis manos. Noches. De nuevo paracaídas. Mi alma (todavía) flota en el líquido de tus besos ya como un cadaver asesinada por la mafia amorosa. Flota como ya sin vida; el ahogo es lo que queda. Y los largos dedos de Dios sobre el piano hiriéndome con cada nota del segundo movimiento; Dios al piano, Tom Waits a la voz. Publicado en la revista "Enviromentalia"
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ANAIS RINCON CARDENAS