Tuvieron que pasar 22 y pico de años
para darme cuenta.
Aquella revelación
se presentó como algo innato,
como un eco que la conciencia
conocía -y reconocía-
a priori
Vino como un nocaut
y sólo vi estrellitas después del trance.
Vino y yo veía que venía de lejos
pero intuí que siempre estuvo.
Era un gran secreto que me guardaba a mí mismo.
Ahora mi mente sentencia
con un tic tac feroz:

¡no me gusta el bistec!


El conocimiento de uno mismo
sigue vigente.
22 y pico de años comiendo mecánicamente
sin amor sin pasión ni conciencia
algo que realmente no me gusta.
Ahora me pregunto
¿cuánto tiempo tiene que pasar
para darme cuenta
que no tengo espíritu?
¿Cuánto tiempo para descubrir
que mis sueños son trapecistas
en el circo de tus sueños?