El octogenario esta narrando historias al horizonte
Sus arrugas parecen grietas, caminos  sin huellas de escucha.
Se sienta en la mecedora que aposenta y molesta  sus intensas ganas de volver al  Campo, la vegetación y la grama que sintieron casi siempre sus dedos....
El quiere hacer queso y cortar yuca.
Cocinar algunas papas y Enseñar al loro hablar...
Pero esta invalido de corazón.
Sus huesos hoy lucen frágiles-
Y sus brazos cansados de solo recibir el viento
Su pupila era verde... hoy coincide con el azul casi blanco de un cielo nuevo.
Antes guardaba todos sus objetos más valiosos en el cajón de la mesa de noche,
Hoy irónicamente, comprendió que su cuerpo será lo próximo dentro de un cajón
Valioso de recuerdos.
Valiosos los recuerdos-
Valioso o no; el olvido Vendrá a su entierro.
Y seguramente será mejor.
Que esas tardes en las que miraba  sabiamente el pasar de los días.