viendo el tiempo pasar, sentado a la orilla del mar, pensando, imaginando y soñando, veo correr a una hermosa niña, jugando con las olas  del mar que suavemente bañan la mágica arena de mis sueños, sin preocupaciones moja sus piecitos y expresa una gran sonrisa que ilumina mi a todo mi ser, su rostro refleja seguridad, amor y tranquilad, su mirada es tan cristalina como  el agua de un manantial del cual se desprenden los ríos que riegan esta que es mi ilusión, sus piecitos van dejando marcadas huellas a lo largo de la arena y se detienen en mi corazón, el cual late con tanto amor cada vez que te acercas a mí,  doy la vuelta y camino un par de pasos hacia  atrás  y  corres tan desesperada hacia a mí como si fuera a desaparecer y perdieras para siempre  lo que más amas en este mundo, con una gran sonrisa te tomo en mis brazos  te cargo y te aprieto fuertemente tanto que puedo sentir tu corazón latir sobre el mío,  no tienes idea de lo feliz que soy por tenerte,  las lagrimas poco a poco llenan mi rostro, y tú  me miras fijamente con tanto amor  y me ves con un mar de dudas preguntándote el por qué de mis lagrimas, yo solo sonrió y te beso la frente, tú me respondes dándome un abrazo de esos que atesoro en lo más profundo de mi corazón, sé que no te puedo retener por mucho tiempo a sí que pongo tus piececitos en la arena, y sales corriendo y brincando de aquí para allá explorando tu mundo, y me doy cuenta de lo curiosa que eres y de lo rápido que creces, han pasado un par de horas desde que llegue a este cautivante lugar y  el sol se encuentra en todo su esplendor, y tú te encuentras con muchas dudas y te acercas a mí como si yo supiera las respuestas a todas ellas, una vez más te tomo y te siento en mis piernas, de pronto un ave se detiene frente a nosotros y tu preguntas: ¿qué es eso?, a lo que yo contesto rápido es una gaviota.. Tu mirada se desvía hacia otra dirección, y vuelves tu cabeza a mí y me haces la misma pregunta: ¿Qué es eso? A lo que yo gustoso contesto de nuevo, y  lo vuelvo a hacer un par de veces más, pero tu mirada parece no tener fin a tus múltiples dudas, poco a poco el sol se va apagando en el inmenso mar y la brisa toca tu suave rostro, el cual se ve cansado por el largo día  y con un poco de frio,  es entonces cuando caminas hacia mi tallándote tus ojitos y yo me apresuro hasta donde tu estas, y como si no disfrutara de hacerlo, te sostengo en mis brazos y te recargo en mi hombro, poco a poco vas cediendo al cansancio,
Y tus ojitos poco a poco se cierran mientras bostezas, hasta que  por fin estas dormida. Tan confiada, tan linda, tan dulce….  y susurrándote al oído  te digo: descansa hijita, que te estaré esperando con este inmenso cariño que ya te tengo, beso tu frente y con el beso tu silueta poco a poco va desvaneciéndose en mis brazos y vuelves a mi imaginación, Tomo mis cosas y con ellas mi realidad y me dirijo a casa sin ti, pero sonrió y digo sabes te espero ansiosamente, y que el amor que siento por ti desde antes de nacer, me hace fuerte me da la energía para salir adelante eres mi lucecita en la obscuridad y quiero que sepas ya te amo desde antes de nacer…
Descansa mi dulce princesita…