La noche era demasiado calida, no podia dormir, abri la ventana para refrescarme con la brisa nocturna y mi sorpresa fue verte que estabas alli fumando contemplando solícito las estrellas, me quede un rato espiando tu extraño pero romántico comportamiento: tan solo, con el oscuro firmamento y los rayos de la luna que te daban aquel aire de rebelde, de muchacho malo... yo a oscuras en mi habitación y detras de la cortina, me escondia para vigilar tu noctambula presencia y en aquel acechamiento visual que te tenía me senti seducida, mis senos apuntaron hacia ti y una gota de sudor resbalo en mi espalda y pense que eran tus caricias... me desmaye y soñe que me hacias tuya. A la mañana siguiente desperte con la aurora, mi cuerpo aún se estremecia por todo el amor que me habias dado... me levante del piso, senti un fuerte olor a tabaco que inundaba toda la habitación y me dije que sueño tan raro... y en ese mismo instante vi que habias dejado en la mesita de mi cuarto tu yesquero y tu caja de cigarros.