Un destino
Publicado en Jan 07, 2010
Al final, en el umbral de mi camino,
después de caminar los mil senderos, llegué a reconocer al gran destino, y a saber que no hay atajos verdaderos. Al final, en el pináculo de mi vida, después de reconocer las mil señales, llegué a reconocer la única salida, aquella que esta oculta en falsedades. Dios me señaló cada uno de mis caminos, pero no miré ninguna de sus señales, esperaba encontrar muchos destinos, pero encontré tristes realidades. Desde el principio, todo era extraño, pensaba que por Dios habia sido tocado, nunca imaginé que eso, me harìa daño, sería importante, alguien ya predestinado. Jesús Eduardo López 2010
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Jesus Eduardo Lopez Ortega
Jesus Eduardo Lopez Ortega