Jamás se imaginaron
Publicado en Jan 05, 2010
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El violinista Mijail Goldstein
jamás imagino tocar
entre hierros retorcidos
escombros
tanques destruidos
huesos de caballos
descarnados
cadáveres congelados
partes humanas aquí y allá
la tierra hundida por los obuses
nieve blanca rojiza
siempre la sangre en algún lado
tiñéndola.
La Navidad de 1942
en Stalingrado.
Goldstein
tocaría su violín
para los combatientes
del 62ª Ejercito.
Ese día,
solo ese día,
los disparos cesaron.
Los soldados alemanes,
que poco antes habían colgado
al zapatero remendón
del VI Ejercito alemán
Sacha Filipov,
de 15 años,
por espía ruso
(su madre inmóvil frente
a los pies del pequeño
Sacha colgado de un farol,
Jamás imagino
Ese final para su niño),
pidieron desde sus trincheras
en un ruso rustico
“toca a Bach,
por favor”
y Goldstein toco Gavette,
y ese día,
solo ese día,
era la paz un recreo.
No lejos de allí
el teniente alemán Hans Oettl
comía un gulash
con abundante carne de perro
celebrando el Año nuevo,
jamás imagino que aquello
seria un manjar.
La rubia Tania Chernova
educada en Moscú,
jamás imagino,
que se desnudaría
con dulzura
frente
al pastor Vasili Zaitsev
(que jamás se imagino
tocar
a una rubia como Tania)
un francotirador
por el cual
los alemanes
sacrificaron
al aristocrático
Mayor König
(que jamás imagino
su final
con una bala entre los ojos
de manos de un
campesino de las estepas).
Y en ese instante,
solo en ese instante,
Tania y Vasili,
tenían paz.
Y el general Chuicov,
defensor de Stalingrado,
(que jamás se imagino,
estar cerca de la victoria)
bebía vodka con sus camaradas
para celebrar el fin del sitio y la
pronta derrota alemana,
mientras el general Yeremenko
lloraba amargamente
porque le birlaban
descaradamente la victoria de sus manos
al haber sido desplazado
del mando del 62º Ejercito,
jamás se hubiera imaginado
terrible golpe por parte de Stalin
(¡que ingenuo!).
Y el general von Paulus
(quien imaginaba la victoria en navidad
y ahora presentía la derrota),
esperaba el socorro
del Vº Ejercito Panzer
del “papá” Hoth,
se quejaba
porque Hitler
había condenado a su Ejercito
a la destrucción
por un capricho,
y los Panzers se quedaban
atascados en la nieve
entre el vuelo de los cuervos
y el fuego de los T 34
porque las ratas
comían los cables internos
de la tenebrosa maquina
orgullo
de la blitzkrieg
(ratas de la estepa
jamás imaginaron
el sabor
de la técnica
alemana).
Página 1 / 1
Foto del autor facundo aguirre
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Descripción

El violinista Mijail Goldstein jamás imagino tocar entre hierros retorcidos escombros tanques destruidos huesos de caballos descarnados cadáveres congelados partes humanas aquí y allá la tierra hundida por los obuses nieve blanca rojiza siempre la sangre en algún lado tiñéndola. La Navidad de 1942 en Stalingrado. Goldstein tocaría su violín para los combatientes del 62ª Ejercito. Ese día, solo ese día, los disparos cesaron. Los soldados alemanes, que poco antes habían colgado al zapatero remendón del VI Ejercito alemán Sacha Filipov, de 15 años, por espía ruso (su madre inmóvil frente a los pies del pequeño Sacha colgado de un farol, Jamás imagino Ese final para su niño), pidieron desde sus trincheras en un ruso rustico “toca a Bach, por favor” y Goldstein toco Gavette, y ese día, solo ese día, era la paz un recreo. No lejos de allí el teniente alemán Hans Oettl comía un gulash con abundante carne de perro celebrando el Año nuevo, jamás imagino que aquello seria un manjar. La rubia Tania Chernova educada en Moscú, jamás imagino, que se desnudaría con dulzura frente al pastor Vasili Zaitsev (que jamás se imagino tocar a una rubia como Tania) un francotirador por el cual los alemanes sacrificaron al aristocrático Mayor König (que jamás imagino su final con una bala entre los ojos de manos de un campesino de las estepas). Y en ese instante, solo en ese instante, Tania y Vasili, tenían paz. Y el general Chuicov, defensor de Stalingrado, (que jamás se imagino, estar cerca de la victoria) bebía vodka con sus camaradas para celebrar el fin del sitio y la pronta derrota alemana, mientras el general Yeremenko lloraba amargamente porque le birlaban descaradamente la victoria de sus manos al haber sido desplazado del mando del 62º Ejercito, jamás se hubiera imaginado terrible golpe por parte de Stalin (¡que ingenuo!). Y el general von Paulus (quien imaginaba la victoria en navidad y ahora presentía la derrota), esperaba el socorro del Vº Ejercito Panzer del “papá” Hoth, se quejaba porque Hitler había condenado a su Ejercito a la destrucción por un capricho, y los Panzers se quedaban atascados en la nieve entre el vuelo de los cuervos y el fuego de los T 34 porque las ratas comían los cables internos de la tenebrosa maquina orgullo de la blitzkrieg (ratas de la estepa jamás imaginaron el sabor de la técnica alemana).

Palabras Clave: El violinista Mijail Goldstein jamás imagino tocar entre hierros retorcidos escombros tanques destruidos huesos de caballos descarnados cadáveres congelados partes humanas aquí y allá la tierra hundida por los obuses nieve blanca rojiza siempre la sangre en algún lado tiñéndola. La Navidad de 1942 en Stalingrado. Goldstein tocaría su violín para los combatientes del 62ª Ejercito. Ese día solo ese día los disparos cesaron. Los soldados alemanes que poco antes habían colgado al zapatero remendón del VI Ejercito alemán Sacha Filipov de 15 años por espía ruso (su madre inmóvil frente a los pies del pequeño Sacha colgado de un farol Jamás imagino Ese final para su niño) pidieron desde sus trincheras en un ruso rustico “toca a Bach por favor” y Goldstein toco Gavette y ese día solo ese día era la paz un recreo. No lejos de allí el teniente alemán Hans Oettl comía un gulash con abundante carne de perro celebrando el Año nuevo ja

Categoría: Poesía

Subcategoría: Poesía General



Comentarios (6)add comment
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facundo aguirre

gracias amigos
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January 06, 2010
 

Andica

JAMAS IMAGINE LEER UN POEMA ASI, SE ME LLENO LA CABEZA DE IMAGENES, BUENO DIGAMOS QUE ESPACIO HABIA DE SOBRA JEJEJE,
ME GUSTO, LA VERDAD ME GUSTO...
Responder
January 05, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Un poema con una épica rara, una épica de cementerio. Me gustó muchísimo. Tenés mucho discernimiento para rescatar y poetizar los aspectos o bien más curiosos o bien más importantes de toda esta historia (es una sensación, pues desconozco la historia, más que por lo que aquí contás). Un abrazo.
Responder
January 05, 2010
 

Eduardo Fabio Asis

Jamás me imaginé vivir en un poema lo que otros vivieron. Qué bien logrado Facundo. No descansés de la historia, ánimo y seguí poetizando. Salud!!!


P.D... medio como que me dio asquito... pero eso ... me pasó a mi... y a ellos también. Salud!!!
Responder
January 05, 2010
 

Jesus Eduardo Lopez Ortega

Muy bueno amigo aguirre. La belleza del caos.
Responder
January 05, 2010
 

facundo aguirre

stalingrado. gran tumba del nazismo
Responder
January 05, 2010
 

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