Creyó que sacando a los mercaderes de su casa, de la Casa de su Padre, podría librar el corazón de la humanidad del amor por lo material, de las riquezas de este mundo, de la codicia, pero no fue así, sino que gano con esta acción una venganza y una traición.
Los mercaderes tenían por costumbre vender en la afueras de templo de Jerusalén, pero tenían una costumbre peor, vender dentro del templo y aun hasta casi en el lugar santísimo. Ellos podían comerciar sus mercaderías, en especial aquellas que servían para los holocaustos expiatorios, sin que autoridad eclesiástica alguna se los impidiera.

El Señor Jesucristo en cierta ocasión quiso consolarse de las tribulaciones que las personas de esa generación le causaba, deseo encontrar ese solas en La Casa de Dios, el Templo de Salomón, sin embargo se vio impedido de esa tranquilidad y mostró con un acto, que parece un error de su parte, que siendo Dios, aun así, podía sentir enfado por las debilidades del hombre, flaquezas que llevarían a gran parte del genero humano, a perderse la gran bendición de la exaltación.

Un gran alboroto se produjo y gritos y espantos de todo tipo se vieron, pero lo que más se produjo fue un gran descontento entre los que tenían por muy poca estima La casa del Señor y acordaron traicionar su fe, pues amaban más el dinero que a Dios, además planearon una venganza, ya que se sintieron injustamente tratados y menospreciados, por lo que se juramentaron e hicieron un pacto, que en un momento dado de la historia, alejarían el corazón de las personas del recuerdo de Jesucristo y su Mensaje.

Este pacto paso de generación en generación y estaba apoyado por el enemigo de nuestras almas, de este modo sabían cuanto esperar y que esperar para llevar a cabo su venganza.

Pasaron los siglos y surgió una leyenda que provenía de un hecho real, esta historia contaba que un buen hombre fabricaba regalos para los más pobres y los repartía entre ellos, en la época de Navidad. Entonces nuestro enemigo común que conoce la debilidad del alma humana y utiliza verdades a medias hizo la señal a los que estaban juramentados en venganza por haber sido expulsados del Templo del Señor. Estos entonces, buscaron un símbolo y acomodaron la historia para dar forma a lo que haría apartar el corazón de las personas del verdadero significado de la Navidad.
Esta es la cara de la VENGANZA DE LOS MERCADERES, este es el símbolo que aleja del corazón del hombre, desde la infancia, el nacimiento de Cristo. He aquí una verdad, hombres buenos fabricando regalos para compartir con el necesitado, he aquí una mentira, que Papa Noel, San Nicolás, El Viejito Pascuero, etc, son el verdadero sentido de la navidad, osea, consumir para regalar. Se acuño en publicidad la frase "regalar con el corazón", pero es consumir con el corazón. Este es el símbolo de consumismo, el símbolo de comprar hasta que te olvides del Nacimiento, el símbolo del MERCADER.

En esta época estamos saturados de motivaciones al consumo, y que se hace para que podamos creer que endeudarse es bueno, nos muestran la imagen de que regalar haciendo el máximo de esfuerzo por obtener el mejor regalo, por muy humilde que sea, es una muestra de un gran amor, además te muestran a un individuo bonachón vestido de rojo, que remata todo con un Jo jo jo jo.
Todo el Nacimiento esta revestido del gran amor del Padre Celestial, desde la anunciación, en que un ángel del cielo informa a María que seria madre de el Hijo de Dios, siguiendo con la muestra de amor de Dios por José para que pudiese comprender el sentido que tendría si él no repudiaba a María, que gran ejemplo fue este...
Continuando con la muestra de humildad de los padres de Emmanuel y de El mismo, al nacer en un pesebre luego de pedir posada y no encontrarla...
Nadie se disfraza de cristo para la navidad y a quien lo hagan lo tildan de enfermo mental o con excesiva religiosidad, pero la verdad es que el señor nació por nosotros, nació para darnos un regalo una muestra de servicio que es el verdadero espíritu de la navidad, servir con el corazón, su regalo fue darnos un ejemplo de vida a seguir, expiar nuestros pecados y morir para resucitar...
Esta es la gran verdad de esta época del año, que recordemos el nacimiento de Cristo nuestro salvador, el autor u consumador de nuestra fe y obras, de El debemos aprender y ofrecer sacrificios y servicio por quienes amamos, es su ejemplo, "No hay mayor amor que este, poner la vida por los amigo" y todo nuestro prójimo son nuestros amigos, son nuestros hermanos.
Saludos para todos en esta Navidad del Señor Jesucristo, nuestro Salvador.