ZAGUAN
Publicado en Dec 11, 2009
Si supieras que aun existe el zaguán de la infancia donde dormitan enterradas bajo una baldosa las viejas figuritas que te robe, como a la culona, la hija del uruguayo, el que disparaba tiros al aire en las noches de año nuevo, mientras años después le disparaban a ella, el semen enloquecido del primero de la fila que ansiaba desvirgar lo ya recorrido por otros zaguanes de distintos barrios, donde la antológica calentura de Patito era tertulia en las terrazas del verano en los primeros 70, mucho antes que las noches se poblaran de vampiros expoliando otras cavernas menos santas, reclutando a troche y moche muchas chicas que sintieron ser llamadas a jugarla de importantes festejando las picanas y los tangos inmortales que ocultaban alaridos y pintaban con la sangre territorios en paredes que blanquearon disimulos oportunos para que todo siguiera como entonces hasta que algun día yo volviera hasta el zaguán por la difícil sin saber si era Perfumo o Patito que ahora gata en celo fatigaba por las noches de Martinez bien crecida en carnes con el culo mas parado fruto de incontables tratamientos que afectaron su cerebro y jaquearon su semblante, como aquellas figuritas que la historia hoy agiganta que cotizan como en bolsa y deploran mi memoria la que un día estoy seguro vengara la historia de los chicos que crecimos fuimos hombres y volvimos por la huella, por racimos de una gloria que cayo desfigurada como el arte que condenan los mentores de otras famas.
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Jorge Dossi