La cascada
Publicado en Nov 22, 2009
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Gastón acelera el vehículo, solo quiere terminar con su vida. Desde aquella noche en que le confesó a su madre la verdad, su existencia se ha transformado en un infierno, piensa que hubiese sido mejor guardar su secreto. Acelera aun más el vehículo, se acerca al acantilado en donde se encuentra la cascada, cascada que visitó durante los momentos en que su vida se tornaba tormentosa, lugar que ahora lo vería morir. Se concentra en el gran momento, el muerte le arrebatara su vida, pero una silueta aparece adelante del vehículo, Gastón quiere terminar con su vida, no con la de otro, da un gran frenazo y queda a milímetros de la persona, se baja del vehículo y no cree quien es, no entiende que hace ahí.

5 años antes...

-Mamá te tengo que decir algo.
La madre de Gastón se gira para ver a su hijo, lo queda mirando, nota algo extraño en sus ojos, están rojos.
-¿Qué te ocurre hijo? ¿Estuviste llorando?
-Si mamá, estuve llorando, no te quiero romper el corazón.
-¿Qué paso hijo? Me estas preocupando.
-Mamá, tienes que saber que antes de todo yo te quiero mucho, que nada cambiará eso.
-Hijo habla pronto, me estás poniendo nerviosa.
-Mamá yo, yo soy, soy gay.
Virginia se queda pegada mirando a su hijo, no puede creer lo que escucha, no cabe en su cabeza que su hijo sea gay y ella nunca se halla dado cuenta a pesar de que vivían bajo el mismo techo. Virginia no sabe cómo actuar, que decir, no sabe cómo afrontar lo que está ocurriendo. En un lapso de segundo, Virginia, piensa que la razón de la homosexualidad de su hijo es el no haber crecido junto a su padre, el que no exista una figura paterna. No cabe en su cabeza que su hijo sea gay, no lo tolera, quiere despertar de la pesadilla en la que piensa que se encuentra.
-¡no!, tú no puedes ser maricón, tu eres hombre, siempre lo has sido, hasta hace poco estuviste pololeando, tú serás quien me dará nietos, no eres maricón, no puedes serlo.
-Sí, es cierto, estuve pololeando, con ello me di cuenta que no me gustan las mujeres, me gustan los hombres, siempre me he sentido atraído por ellos.
Virginia no resiste escuchar lo que su hijo dice, quiere que se dé cuenta que lo que dice está mal, que está equivocado, levanta la mano y le da una bofetada. Gastón queda asombrado con la reacción de su madre, solo se toca la mejilla y se la soba para calmar el dolor.
-Pero mamá, ¿Por qué hiciste eso?
-Para que reacciones, para que te des cuenta que no te pueden gustar los hombres, que te deben gustar las mujeres.
-Eso no es posible, me gustan los hombres, con golpes nada se arreglara.
-Yo no quiero vivir con un maricón.
-Entonces me voy de la casa. Pensé que vivía con mi madre, pero me doy cuenta que no tengo nada en esta vida, y también me doy cuenta que vivo con una egoísta, nunca me dijiste nada de mi padre.
-Vete de la casa, prefiero vivir sola que con un maricón, y con respecto a tu padre, de él nunca debes saber nada, pero me doy cuenta que lo que se hereda no se hurta.
Gastón no cree lo que escucha, no entiende la extraña reacción de su madre, jamás pensó que podía reaccionar de esa manera. En ese momento suena el celular de Gastón, le da la espalda a su madre y contesta.
-Sí,… estoy en eso,… solo espérame en tu departamento,… solo espérame y te cuento,… yo también, chao.
-Me imagino que ese debió ser tu noviecito, otro desviado como tú, es más, el te debió meter en esta mugre.
-Desde el momento en el que me despreciaste por mi condición, tú no tienes derecho a saber nada.
Gastón camina hacia su cuarto y tomas sus cosas, mientras, Virginia no sabe qué hacer, se sienta en el sofá y solo llora, llora desconsoladamente. Al rato aparece Gastón con una maleta en la mano y una mochila en la espalda, mira a Virginia, esta no levanta la cabeza para darle un adiós a su hijo, Gastón siente mucha pena y sus ojos se llenan de lágrimas, abre la puerta y se retira.
Se sube a su auto, tira sus cosas al asiento trasero y se retira de la casa de su madre. Cuando se dirige al departamento de su novio, hace un cambio de planes, cambia su ruta y se dirige a su lugar favorito.
Al llegar deja el auto estacionado en el mirador, baja por unas interminables escaleras y llega a la cascada, se sienta y mira como se refleja la luna llena, se hunde en sus pensamientos y en lo que acaba de pasar en su vida, en las consecuencias que esto traerá, en eso, una mano toca su hombro, Gastón se asusta y rápidamente se gira para ver quién es, y se sorprende al ver que es Teseo, su novio.
-¿Qué heces aquí?, ¿Cómo supiste que estaría aquí?
-Lo sé porque te conozco, eres mi novio, mi alma gemela y porque aquí nos conocimos, y me dijiste que ese fue el día más feliz de tu vida porque te diste cuenta de quien eras en realidad.
-Si sabes que pienso en cada momento porque eres mi alma gemela ¿Qué estaba pensando cuando llegaste?
-Pensabas en las consecuencias que tendrá haberle dicho la verdad a tu mamá, ¿o no?
-Definitivamente eres mi alma gemela, quiero terminar mi vida junto a ti.
-Tú dices hasta que seamos bien viejitos y tengamos problemas a la próstata.
-Mmm, quizás. Ya vámonos, antes de que nos resfriemos.
Gastón se levanta del lugar en el que estaba sentado, toma a Teseo de las manos, lo mira a los ojos y lo besa.

1 año después…

Gastón abre los ojos, mira hacia al lado y se da cuenta que Teseo ya se levanto, se sienta en la cama, sus sentidos se abren por completo y se percata que Teseo está en la ducha. Gastón se levanta y se dirige a la ducha, en eso, suena el celular de Teseo, Gastón se devuelve a la habitación, toma el celular y lo contesta, pero nadie responde, solo se escucha una respiración y luego la llamada se corta.
Gastón no quiere pensar mal, pero los celos son más fuertes y se dirige a la ducha, corre la puertecilla y se queda mirando a Teseo.
-Sonó tu celular, pero nadie me contesto
-¿De verdad?
-No, te estoy mintiendo. Claro que es verdad
-No tienes para que ponerte celoso
-No son celos, quiero saber quién era
-Que voy a saber yo, si no salió el nombre en la pantalla, no es alguien conocido, tal vez se equivocaron
-Mmm, quizás
-No seas celoso, y cierra la puerta que hace frio, por si no te has dado cuenta me estoy duchando.
Gastón se retira del baño con muchas dudas, le quiere creer, pero algo le dice que algo no muy bueno está ocurriendo a sus espaldas.
Llega a la habitación, toma sus objetos personales y se dirige al baño del primer piso para darse una ducha, mientras lo hace no deja de pensar en la llamada que recibió Teseo, le atormenta que le sea infiel, quiere creer en su novio, pero algo le dice que no debe.
Al salir del baño, Gastón siente olor a quemado, corre rápido a la cocina y se encuentra con Teseo sentado junto a la mesa, desayunando, pero con el celular en la mano mirando la pantalla con la cara desfigurada, mientras que el pan se quema encima del tostador. Al ver lo que realmente pasa, Gastón camina hacia la cocina a gas y la apaga, se gira a ver a Teseo, quien aun esta hipnotizado mirando el celular, Gastón se acerca a él, lo toma de un brazo.
-¿Acaso no te das cuenta de lo que está pasando?
Teseo reacciona y mira a Gastón con los ojos llorosos.
-No, no me doy cuenta, ¿Qué está pasando?
-Pensé que la casa se quemaba, pero no, era el pan que dejaste en el tostador, pero como estabas embobado mirando tu celular.
-Sinceramente hay cosas más importantes por las cuales hay que preocuparse
-Si me doy cuenta, seguramente estabas hablando con tu amigo misterioso, él debe ser lo suficientemente importante como para dejar que se queme el pan.
-No tengo ningún amigo misterioso.
Teseo se levanta de la silla y camina hacia el living, Gastón lo sigue y lo toma del brazo girándolo hacia su cuerpo.
-Si no es misterioso, debes conocerlo bien
-¿Que te hace pensar que te soy infiel?
-Tu actitud, la llamada misteriosa, lo que está ocurriendo.
-Está bien, pero quiero que sepas que no es así, te amo y sería incapaz de enga…, serte infiel.
-Entonces explícame ¿qué te ocurre?, ¿quién te llamaba?, ¿porque mirabas el celular de esa forma?
-Hay cosas que no entenderías, cosas que es mejor que no sepas, a veces una mentira es mucho mejor que la verdad
-¿De qué me hablas?
-Nada, algún día lo entenderás, ahora déjame terminar de arreglarme, se hace tarde y tengo mucho trabajo.
Gastón observa como Teseo sube las escaleras, no sabe que pensar con lo ocurrido, no entiende, se siente perdido, camina hacia un sillón y se sienta. Al rato llega Teseo, se le acerca, lo besa y le da un Adiós.
Así llega la tarde, Gastón al llegar de su trabajo, espera encontrarse con Teseo, ya que este sale primero de su trabajo. Al entrar se encuentra con una casa oscura y helada, Gastón se exalta, deja sus cosas en el sofá y comienza a llamar a Teseo, algo le dice que corra a su cuarto. Llega y se dirige al guarda ropas, las cosas de Teseo no están, Gastón siente un mareo intenso, cae de rodillas, permanece así por largo rato, sin ningún tipo de expresión, luego se levanta y enciende la luz, ve encima de la cama una nota, se acerca, la toma, la lee, no cree lo que está ocurriendo.


                                                                                                    
Amor:
Hay cosas que no tienen explicación o que simplemente no se deben explicar, ya que algunas verdades tan crudas solo nos matan el alma y es mucho mejor una mentira. Solo quiero que sepas que te amo mucho y siempre será así, eres el hombre de mi vida, el que me hizo cambiar, cosa que nadie creía que podía ocurrir, pero tú lo hiciste posible. Puede que no comprendas lo que estoy haciendo, ya que te amo pero te dejo, pero créeme, es lo mejor, cuando se quiere a alguien de la forma en la que te quiero, uno quiere su felicidad, si te dejo, eso te traerá felicidad, no preguntes por mí, no te preguntes el porqué, solo continúa con tu vida y sé feliz.

Te ama con toda el alma

Teseo


Gastón suelta la carta, mira a su alrededor y se lanza a la cama llorando desconsoladamente gritando el nombre de su novio y pidiendo explicaciones.
Gastón despierta, se pasa las manos por la cara, la encuentra húmeda y pegajosa, rápidamente se sienta en la cama, mira el reloj. Ya es de madrugada, recuerda lo sucedido y la pena lo embarga, se levanta, saca una chaqueta se su closet, baja las escaleras, de la mesa de centro toma las llaves del auto y del departamento. Sale, toma su auto y se dirige a su lugar favorito, la cascada.
Al llegar, baja por las escaleras, camina hacia la orilla del pequeño lago que se forma al final de la caída de agua, al igual como la última vez, ve reflejarse la luna, recuerda lo ocurrido, se sienta en la tierra mojada, llora.

1 semana después…

Luego de lo ocurrido, Gastón llamó a su trabajo para excusarse, diciendo que estaba enfermo, cosa que era cierto, ya que la humedad y el frío le habían provocado una amigdalitis.
Al despertar por la mañana, Gastón se levanta y se dirige a la cocina, se prepara el desayuno, mientras se encuentra en esta labor, suena el timbre. Gastón se exalta, ¿Quién podría ser a esa hora?, camina hacia la puerta, la abre, no cree lo que sus ojos ven, su madre esta parada enfrente de él. Gastón no sabe de qué manera reaccionar, hace un año que no ve a su madre, siente rabia por el motivo que lo hizo alejarse, pero es su madre, la quiere abrazar, da un paso hacia delante y cae en los brazos de su madre, Virginia lo recibe y lo aprieta a su cuerpo.
-No sabes cuanta falta me has hecho mamá
-Perdóname hijo por alejarme de ti, por favor perdóname
-Por supuesto que te perdono, eres mi madre, te quiero tanto y necesito de ti ahora más que nunca
Ambos se separan del largo abrazo, Virginia mira a la cara a Gastón, no entiende que pasa.
-¿Te ocurre algo?
-Si mamita, me pasa algo horrible, pero entra, te cuento adentro
Ya una vez adentro del departamento y acompañados de una taza de café, Gastón se dirige a su madre para contarle lo sucedido.
-Bueno hijo, no te puedes echar a morir por un hombre, quizás te era infiel y la culpa lo hizo escapar
-No mamá, estoy seguro que esa no es la razón, me lo prometió, me dijo que me amaba y que jamás me seria infiel, estoy seguro que hay algo más y lo quiero averiguar.
La madre se levanta del sofá exaltada, con la cara desesperada y algo ruborizada, su mirada se posa en la cara de su hijo.
-Basta de arrastrarte por un bastardo que solo te hace sufrir, olvídalo ya.
-Ojala sea tan fácil, esta semana solo he llorado, quiero tenerlo junto a mí.
-Mira, mejor date una ducha, arréglate y dediquémonos una tarde de madre e hijo, nos la merecemos.
Así ocurre, ambos pasean por la ciudad durante todo el día, comen en varios lugares y entran a tiendas para probarse ropa, a pesar de lo concentrado que se encuentra Gastón en la labor que realiza junto a su madre, cada silueta que le parece similar a Teseo lo hace estremecer, le provoca deseos de salir en su alcance, pero en una fracción de segundo la ilusión se rompe, pero aun así, el tiene la esperanza de verlo, para solucionar todo.

3 años después…

En estas circunstancias pasan 3 largos años, la relación de Gastón con su madre se ha mejorado mucho, a pesar que no viven en una misma casa, no hay día en que no se vean y al menos no compartan una comida diaria. Los fines de semana y las últimas vacaciones la han pasado juntos.
De Teseo, Gastón jamás tuvo noticia, el celular jamás lo respondió, Gastón se cansó de llamarlo hasta, que un día le contesto otra persona. Trato de investigar sobre su paradero y el porqué de su escape, pero el realizar tantas actividades con su madre más el trabajo no le dieron tiempo para hacer más nada, Gastón dio la relación como algo perdido, pero que debía atesorar, aun así, no falta el día en que mira las fotografías de ellos y más de una lagrima rueda por su rostro.
Ya se cumplen tres años desde el día en que Teseo se fue. Luego de que Virginia abandonara el departamento ese día, Gastón sintió mucha pena y nostalgia, pero no quiso llorar, por lo menos en el departamento, tomo sus cosas al igual que la última vez y tomo rumbo a su sitio especial, la cascada.
Tal cual lo hace cada vez que visita ese lugar, llego al pequeño lago. Esta vez llevo una tolla, no quería contraer amigdalitis, se sentó y comenzó a recordar el año más maravilloso de su vida, no pudo evitar dejar escapar un llanto, llanto que le salió del alma, un llanto desgarrador. Una mano se posa en su hombro, Gastón reacciona rápido, se gira, toma la mano que lo toca.
-¡Teseo!
-Perdón, no soy quien piensas, solo me acerque para ver si estabas bien.
Gastón levanta la mirada y se encuentra con un hombre mayor que él, se ruboriza, baja la mirada nuevamente.
-No se preocupe, estoy bien
-No lo creo, alguien que está bien no llora de la manera desgarradora que lo haces tú.
El hombre se sienta junto a Gastón y observa la luna de igual manera que lo hace él.
-Sabes, no es una mala idea contarle los problemas a un desconocido, ya que si ese problema te avergüenza, no veras jamás en la vida a esa persona.
-Creo que no es una mala idea, pero ¿si ese desconocido es un delincuente? que quiere saber de mi solo para obtener un número de cuenta o algo así.
-Buena precaución, pero este no es el caso.
Gastón observa al sujeto que está a su lado, este al darse cuenta, gira su cabeza y hace lo mismo.
-Lo que ocurre, es que mi novio de un año me dejo sin decir nada, simplemente tomo sus cosas y se marcho.
-Eso sí que está mal. Pero en vez de llorar tanto, porque no lo buscas.
-Es lo único que he hecho en estos tres años, pero ya me canse, parece que hay que dar vuelta la página.
-¿Tres años?, eso es mucho tiempo
-Te impresionas porque son tres años y no porque sea Gay
-Eso no tiene nada de raro, por lo menos para mí
-¿Tienes algún familiar Gay?
-No, yo soy Gay
Gastón queda atónito con la verdad revelada por el hombre, no pudo percatarse de ese detalle, no pude dejar de contemplar a ese hombre al cual no se le nota nada su homosexualidad. Pero algo ocurre, el ambiente cambia, ambos no pueden dejar de mirarse, se observan cada detalle, se acercan cada vez más, hasta que ocurre lo inevitable, se besan, se besan apasionadamente.
Al separarse, Gastón baja su mirada algo avergonzado, el hombre le toma la cara y lo observa.
-No te avergüences, besas bien.
-No es eso, te bese y ni siquiera se tu nombre
-Pero eso se arregla, me llamo Simón, ¿y tú?
-Gastón
Gastón ve lo que ocurre como una nueva oportunidad que le da la vida para ser feliz, aunque le atormenta el hecho que pueda aparecer nuevamente Teseo o el cómo decírselo a su madre, pero aun así, no quiere seguir con el sufrimiento.
-Simón, ¿me darías tu número de teléfono?
-Por supuesto
De esta manera, Gastón comenzó a frecuentar constantemente a Simón en lugares públicos, ya que Gastón no quiere que su madre se encuentre con Simón y tenga otra vez una mala reacción, quiere hacer las cosas bien.
Al terminar de cenar, Gastón va a dejar a Simón a su casa, Gastón acompaña a Simón hasta la puerta de su casa, al llegar lo queda mirando a los ojos.
-¿Ha donde va esto?
-Va hasta donde tú quieras que vaya
Gastón sólo agacha la cabeza, se siente perturbado, no sabe que decir ni que hacer. Simón le toma la cara con la mano, lo mira a los ojos.
-Yo sé lo que tú quieres, te lo puedo dar
-¿Qué quiero?
-¿Quieres ser mi novio?
-Claro que quiero, como no voy a querer estar con el hombre que llego a darle luz a mi vida
Ambos continúan con la mirada a los ojos, para sellar el compromiso con un candente beso.
De esta manera, el tiempo comienza a pasar, la relación entre Gastón y Simón se hace cada vez más fuerte, aunque el recuerdo de Teseo no ha desaparecido por completo, aun se mantiene en un recóndito lugar del corazón de Gastón. A pesar de ya ser novios y tener una relación estable, el lugar de encuentro de la pareja es la casa se Simón, ya que el departamento de Gastón es un lugar muy arriesgado, su madre los puede encontrar, Gastón no quiere eso, quiere hacer las cosas bien esta vez, quiere una presentación formal, ya tiene la fecha lista para ese día, su cumpleaños.

Meses después…

Algo hace despertar a Gastón, al abrir los ojos, se percata que es su celular, rápidamente lo toma para contestar, es su madre.
-Aló…no estoy en la casa… heee, es que de eso le quería hablar… mamá le tengo que presentar a alguien… mire como hoy es mi cumpleaños, yo había pensado que saliéramos a comer afuera y ahí le presento a esa persona… en el mismo lugar del año pasado a la misma hora… ya mamá que este bien, nos vemos… chao.
Gastón deja el celular encima del velador, se recuesta, gira la cabeza para ver a Simón, pero este ya está despierto y también lo observa, Gastón se sonroja.
-¿Qué?
-¿Qué fue eso?
-Quiero que mi madre te conozca, eres mi novio, quiero hacer esto formal
-Pero amor, te dije que me da vergüenza, por lo que me has dicho tu madre tiene mi edad.
-El amor no tiene sexo, edad, raza ni religión y un montón de otras cosas que inventa la sociedad para hacer las cosas difíciles
-Eso es cierto, pero me da vergüenza
-Vergüenza se tiene para robar, no para presentarse ante la suegra.
Al llegar la tarde, Gastón se dirige a la casa de Simón para pasarlo a buscar, ambos esperaran a la Virginia en el lugar de la cena.
Al llegar, Gastón se alista para bajarse de auto, Simón lo toma del brazo, le hace entender que se detenga, luego busca algo en su chaqueta y saca una pequeña caja, la cual pone enfrente de Gastón, la abre.
-¿Un anillo?
-Así es, un anillo, tu dijiste que querías algo formal, este es mi regalo un anillo y de bono una relación formal con todas sus letras.
Gastón lo toma, lo coloca en su dedo, mira a Simón y se percata que él también tiene un en su mano.
-¿Tu también lo tienes? se supone que yo te lo daría
-Para mi cumpleaños falta mucho.
Gastón se acerca a Simón y lo besa apasionadamente.
-Te amo, te amo mucho
-Yo también
Ya adentro del local, Gastón y Simón esperan ansiosos la llegada de Virginia. Mientras conversan animadamente, Gastón se percata de la llegada de su madre, se levanta de su puesto y va hacia la puerta, Simón se queda en su lugar.
-Mamá qué bueno que llegaste
-Que gentil, pude llegar sola a la mesa
-Es que en la mesa hay una sorpresa y no quería que la vieras sin una introducción
-Así, ¿Qué será?
Al llegar a la mesa, Simón se percata de eso, se levanta.
-Mamá te presento a mi novio, Simón
Simón se gira y le da la cara a Virginia.
-¡Nooooooooo!, esto es una broma, una maldita broma.
Nadie entiende lo que pasa, el local queda en completo silencio y todos miran el espectáculo. Gastón no comprende, ve a su madre grita de una manera desesperada y a Simón con cara de desconcierto y con los ojos lloroso alternando su mirada entre Virginia y él.
-¿Qué está ocurriendo?
-Ocurre que la sorpresa que me tenías es algo que no debe ocurrir
-Pero mamá no creo que sigas con eso del que te molesta que sea Gay, no creo que te imaginaras que te encontrarías con una mujer
-Nada de eso, ojala fuese eso
-¿Entonces?
-Simón, al que llamas tu novio, ¡es tu padre!
Gastón siente que el mundo se le pone de cabezas, no sabe que pensar cómo actuar, su cuerpo se petrifica y su cabeza se queda en blanco.
Simón sale del transe en el que se encuentra, camina hacia Virginia y la toma del brazo, le da unos empujones.
-¿Por qué mierda nunca me dijiste nada de mi hijo?
-No lo merecías, me hiciste mucho daño, me dejaste embarazada y te fuiste con ese amante que tenías, no quería verte.
-Eso ya no importa, ¿te das cuenta lo que provocaste?
-¿Lo que yo provoque?, ese niño lo concebimos los dos, yo no te obligue a que te casaras conmigo
-¿Qué mas iba a hacer?, mi familia te encontraba un buen partido, tú estabas embobada conmigo, mi padre me pedía un nieto para prolongar la familia, estaba presionado por todos lados, hice lo que me pidieron y luego realice mis proyectos
-¿Realizar proyectos se llama dejarme embarazada y largarte?
-Lo hice porque me lo pedían, no porque yo lo quería, era muy joven, teníamos apenas 18 años, era inmaduro, pero recapacite y te pedí conocer a mi hijo y ¿Qué me dices tú?, no porque no me quieres ver, porque yo provoque que le temieras a los hombres, al menos podías haberme dicho que se llamaba Gastón y que tenia tu apellido
Gastón sale del transe en el que se encontraba, da un fuerte grito y corre, corre hacia su auto, quiere desaparecer, quiere morir. Simón y Virginia se percatan que su hijo sale del local y corren en su alcance. Gastón busca desesperadamente las llaves en sus bolsillos, Virginia llega donde su hijo y lo toma de la mano, Simón solo mira la escena desde lejos.
-Hijo cálmate por favor
-¿Cómo quieres que me calme? me entere que el hombre con el que he tenido relaciones durante el último año es mi padre
-Sé que es fuerte, pero cálmate, no cometas una locura
-Tú no sabes nada, eres, eres, nunca me dijiste nada de él, nos pudimos ahorrar todo esto, pero tu orgullo es más fuerte, no diste tu brazo a torcer y me cagaste la vida
Gastón hace el ademán se subir al auto, Virginia lo detiene.
-Busca a Teseo, él te hará bien
-¿Qué?, ¿Cómo que busque a Teseo?
-Si no te digo esto, me sentiré peor
-¿Qué me tienes que decir?
-Teseo te dejo porque yo se lo pedí, es decir, porque lo chantajee
-¿Qué?, ¿Cómo que lo chantajeaste?
-Descubrí el pasado de Teseo y le dije que si no te deja por las buenas, yo me encargaba de arruinarle la vida, mejor que se fuera como tu gran amor que como el gran mentiroso.
-¿Cómo lo busco?
Virginia saca del bolsillo de su abrigo una tarjeta, la pone en la mano de Gastón, este sube al auto y se retira. Mientras maneja, mira la tarjeta, abre la ventanilla y la lanza por la carretera, Gastón solo quiere morir.
Gastón acelera el vehículo, solo quiere terminar con su vida. Desde aquella noche en que le confesó a su madre la verdad, su existencia se ha transformado en un infierno, piensa que hubiese sido mejor guardar su secreto. Acelera aun más el vehículo, se acerca al acantilado en donde se encuentra la cascada, cascada que visito durante los momentos en que su vida se tornaba tormentosa, lugar que ahora lo vería morir. Se concentra en el gran momento, la muerte le arrebatara su vida, pero una silueta aparece adelante del vehículo, Gastón quiere terminar con su vida, no con la de otro, da un gran frenazo y queda a milímetros de la persona, Gastón se baja del vehículo y no cree quien es, no entiende que hace ahí.
-¿Teseo?
-Si amor, soy Teseo
Gastón se quiebra por completo, llora desconsoladamente y corre a los brazos de Teseo, solo llora, ambos lloran. A pesar de la gran pena que siente, se aparta de Teseo
-¿Por qué?
-Tu madre
-Ya lo sé, ¿que descubrió?
-Yo era prostituto, vendía mi cuerpo para ganar dinero para poder pagar la universidad, ya que mi familia no quería darle educación a un maricón
Gastón se impresiona con lo que escucha, jamás se imagino la verdad que estaba escuchando, eran muchas verdades para una sola noche, pero ama a Teseo, lo puede perdonar.
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Tenía miedo a que me dejaras, te amo mucho, no quería estar sin ti.
-Yo también te amo, te comprendo, jamás te dejaría por eso, lo hiciste antes de mí, conmigo fuiste el mejor hombre del mundo
Gastón mira a Teseo con una sonrisa picara.
-¿Cómo lo averiguó?
-Busco mis datos, con eso dio con mi familia, ellos como me odian por lo que hacía y por lo que soy, le dijeron todo, tu mamá me llamó, me dijo lo que sabia y que si no te dejaba divulgaba mi pasado, eso haría que me despidieran y que tu no me perdonaras por mentirte y no contarte todo sobre mi.
-¿Cuándo ocurrió eso?
-El día que me fui, el día del pan quemado, ¿viste que no sabía quién me llamaba?
-Sí, me doy cuenta, también me doy cuenta que eres mi alma gemela, que eres el único al que amare.
Gastón se acerca a Teseo, lo abraza, se aferra con sus brazos a su cuerpo y lo besa, lo besa con desesperación, sin dejar se abrasarlo se separa de sus labios.
-A todo esto, ¿Qué haces aquí?
-Tu mamá también, ella me llamo me dijo lo que paso y que tu llegarías por mi casa porque te dijo donde estaba.
-Pero la ciudad en la que vives está muy lejos, ¿Cómo llegaste aquí tan rápido?
-Yo tenía planeado buscarte y hablar, por lo que llegue ayer a la ciudad, justo tu mamá me llama y yo te conozco, se que vendrías a la Cascada.
-Eres realmente mi alma gemela, quiero estar contigo por siempre
-Porque lo soy sé lo que piensas, no es tu culpa, la culpa la tienen ellos por no saber arreglar la cosas, lástima que te involucre de una forma tan cruel, pero no es tu culpa, no tenias como saberlo
Gastón lo abraza aun más fuerte, llora, Teseo lo separa de su cuerpo.
-Vámonos de aquí mejor
-¿Adónde?, no quiero ir a mi departamento
-Vamos al hotel donde me quedo, ahí vemos que sigue.
Al separarse del cuerpo de Teseo, Gastón corre hacia la orilla del camino, se quita el anillo, lo mira y lo lanza por el acantilado.

3 semanas después…

Virginia corre por las escaleras del edificio, llega agitada al departamento de Gastón. Al llegar se encuentra con la puerta abierta, entra y el lugar este vacío, por las escaleras viene bajando el conserje y una pareja, al llegar al primer piso, se despide de ellos.
-¿Quiénes eran ellos?
-Posibles compradores del departamento
-¿Compradores?
-Sí, Gastón me pido que le vendiera el departamento
-¿Por qué?
-¿No lo supo?
-¿Saber qué?
-Gastón se fue del país con su novio, Teseo, que salió de no sé donde
El conserje sale del lugar dejando sola a Virginia, esta queda estática sin ninguna reacción, solo escucha al conserje hablando con un hombre, al instante entra Simón el que pega su mirada en Virginia.
-¿Supiste?
-Si
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Foto del autor Joaqun Varela Gutierrez
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Miembro desde: Nov 22, 2009
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Descripción

Gaston, un joven comun y corriente, decide contarle a su madre su mas grande secreto. Este secreto, al revelarse, poco a poco le ira destruyendo la vida, la unica testigo de esto, el lugar favorito de Gaston, una cascada.

Palabras Clave: Homosexualidad Cascada

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Creditos: Joaquin Varela

Derechos de Autor: Joaquin Varela


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