EMISARIO DEL REINO DE DIOS

Y dicen que somos blasfemos
por que nos hemos constituido en emisarios
del reino de Dios.
Pero yo sé que el Reino viene cono nosotros
y no porque seamos unos santos,
fue Jesús el Nazareno quien nos convocó.

De él salía la inconfundible hoguera
esa visión luminosa y transparente
que todo lo transformaba con su palabra.

El reino de Dios viene, y se multiplica
quien nos recibe, a Jesús recibe,
él lo dijo
cuando estábamos en el cenáculo
después de resucitar de entre los muertos,
Pero los sacerdotes no lo quieren comprender,
un espíritu se resiste a nuestro Dios.

Es su voluntad, yo lo atestiguo
ya me han detenido
he recibido latigazos en la espalda
pero he visto que los ciegos recuperan la vista
los cojos caminan dejando sus muletas
y los leprosos quedan limpios.
 
Es la Voluntad de Jesús el Cristo
que pasó haciendo el bien en Galilea
y predicó en Jerusalén.

Yo recuerdo sus palabras
como música en el corazón:
"No lleven por el camino ni bastón ni morral,
ni pan ni dinero, ni tengan dos túnicas,
y al llegar a una casa, quédense ahí
hasta que salgan de aquel lugar,
y donde no los reciban,
sacudan el polvo de sus pies
como señal en contra de su actitud".

Y ahora, voy camino de Antioquía
a recordar estas vivencias a la asamblea
Será en la cena del Señor
antes que Pablo y Bernabé
levanten el pan y la copa,  
después de las santas lecturas y los salmos.

Estoy enamorado de la misión
pues en ella he visto el rostro de Cristo
y me impresiona, Jacob,
ver a los enfermos recuperar su salud
y junto con ello, la paz y la alegría del corazón.

Me afirmo en las palabras que nos dijo:
"Anunciad la paz por toda la tierra
y no temáis porque les enviaré mi espíritu
pues en él serán aminados y por el tendremos fortaleza"
¡Era y es cierto, hasta el fin de los tiempos!