Corta historia de desamor -5
Publicado en Oct 31, 2009
Uno adquiere malas costumbres en la vida, y una de las que adquirí fue la hipocresía… Así que hablamos un rato de las cosas como viejos amigos, me invitó un completo y acepté, aprovechándome del pánico. Mientras comíamos me hablaba de lo bien que estaba, que su “señora” trabajaba de secretaria en una empresa, que esto y aquello, qué vida, ¿ah?, este hueón me contaba una maravilla de vida que tenía y la otra tonta me contaba lo contrario.
- ¿y ella no viene a misa contigo? – le dije antes de darle senda mordida a mi completo. - no… es que es solo para varones… las mujeres vienen otro día… - se disculpó. -¿qué día? - los sábados… - ¿pero vienen solas? Que fome… - el señor dijo “no debéis mezclar el vino con las uvas…” - depende del vino y de las uvas… - le dije. – acuérdate que el Martini se toma con una uva… Que pendejo, ni el Martini se toma con uva, ni es vino… - el señor dirá… Puta, con ese “señor” salía librado de cualquier pregunta engorrosa… -¿Cómo tan tus suegros? – le pregunté. Era la típica pregunta cabrona, porque sus “suegros” tampoco lo pasaban, así como los ex suegros míos no me pasaban a mi… encima que en una navidad su “suegro” lo agarró a combos en plena cena en la casa de mis ex… todo porque dijo una hueá que no venía al cuento, en todo caso el viejo hace rato le quería sacar la chucha. Bien merecida la tenía el culiao… Pese a todo ese cagazo la hueona siguió con el hueón y el viejo terminó mandando a la hija a la chucha, como buen papá de ultra derecha, pro opus dei y todo eso. La hueona, por supuesto, tomó la hueá como vino no mas, yéndose a vivir a una casa arrendada con el hueón, a medias, aunque la única que pagaba era ella, mientras el vago este no trabajaba y se pasaba el día metido en su secta de mierda… Cada cual toma su propio veneno… al menos una vez. Varias veces este hueón me había echado en cara, como “broma”, que qué me creía, si no era más que un paramédico de tercera, que él era marino, que él tenía futuro, las típicas hueás mamonas de curaos, se las sacaba con esas el cabrón, varias veces estuve a punto de romperle el hocico por eso, y varias veces me pararon. Así que ¿Cómo no iba a tenerle bronca al hueón? Y ahora, ahí los dos, como viejos amigos, fumando, y comiéndonos unos completos, hablando del puto pasado como si hubiéramos sido amigos de niños… Puta vida…
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Darth Klauss Demon
Eduardo Fabio Asis