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Traidor le dicen, aunque él no lo crea
 
 
- traidor, el rey es un traidor. – dijo el viejo al mozuelo sentado al lado suyo, agitando el jarro con cerveza con rabia justo antes de darle una bebida ansiosa. – si no fuera por él, tu padre y otros tantos no habrían muerto,  y yo no estaría acá bebiendo como un condenado... aunque no es tan malo cuando te acostumbras… En aquella época el rey era un joven heredero al trono y un caballero mas de la corona, pero era el tercero de sus hermanos, y por cierto, se decía que era un bastardo, como ahora, un hijo nacido del rey y una cortesana de costumbres libertinas, que extrañamente desapareció una vez que el desgraciado (y me refiero al ahora rey) fue adoptado por el rey…
         Su ambición y su… labia le valieron la admiración de los cortesanos, pese a su deshonroso origen, y también la obediencia de quienes buscaban poder y estatus y odiaban al rey en secreto, tanto como su propio hijo el bastardo. Cuando él se hizo con la corona a la fuerza, matando a quienes se le opusieron y apoyado por un grupo de infelices caballeros de la corona que ahora son su guardia personal, creó leyes restrictivas para quienes creía un estorbo para sus planes, inventaron cargos contra casi cualquier súbdito que pareciera sospechoso de algo y uno a uno fueron siendo asesinados por él y sus seguidores, fue así como logró incluso encarcelar a sus hermanos so injuria de locura, cuando tu padre y 14 caballeros mas intentaron su derrocamiento, acaeció todo el poder que el rey ocultaba en sus manos, enviando a matar indignamente a todos ellos y a sus respectivas proles. Solo tú y 8 más han logrado sobrevivir en secreto. Porque vendrá un día, hijo mío, en que el rey caerá. Y tú estarás al mando de los libertadores.
- ¿Quién reinará entonces, Petkelitx?
- uno de los verdaderos herederos al trono, el príncipe Axletoump (está loco como una cabra, hijo. O al menos eso dicen) o su hermano Feliciano, el gay. Pero ambos están en las mazmorras…
- ¿y entonces? ¿No hay más descendientes del rey, parientes, ni nadie con el poder suficiente para enfrentarlo?
- hijo, las cosas en la política no son nada fáciles, a veces es mejor un rey loco que uno cuerdo pero abusivo, por lo menos al loco lo podemos manejar… lo quieras o no, mi estimado Kaliel, eres hijo de un caballero, eso no se quita ni con la muerte de tu padre. Eres un lord como cualquier otro, y debes pelear por restablecer el orden que existía antes del rey. No puedes dejar que tu gente siga sufriendo como hasta ahora…
- ¿y si no quiero?
- ¿Cómo? No se trata de querer o no querer, hijo…
- pero dijiste que hay otros, que lo hagan ellos, ¿para que me necesitan?
- obedece a tu legado, Kaliel. No seas flojo.
- vivo bien como vivo, ¿Por qué arriesgar lo que tengo por algo que no me afecta?
- ahora puede que no te afecte, tonto, pero llegará el día en que serás perseguido como lo fue tu padre, y los demás caballeros, te ocultamos de la vista del rey para evitar tu muerte y preservar el legado, no podrás ocultarte toda la vida. Solo las ratas viven escondiéndose, Kaliel. ¿Eres una rata?
- no… pero tampoco soy un caballero… apenas sé usar una espada… ¿y quieres que me lance en una cruzada absurda por una causa perdida?
- ¡la única causa perdida pareces ser tu! ¡Tonto! ¡Tu padre se avergonzaría de ti, niño, si oyera las estupideces que dices! Ya perdimos la batalla contigo, si sigues así, ya le has dado al rey la victoria como una prostituta barata que se da a cualquiera, imbécil.
 
 
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         Se dice que la noche en que el rey fue coronado, una mujer apareció en sus aposentos, advirtiéndole sobre los males que caerían sobre él por los que él habría cometido para obtener el trono, al día siguiente, el rey mandó arrestar a toda mujer entre 15 y 75 años capaz de caminar, interrogándolas a todas personalmente, y mandando matar a quien creía ocultaba algo de la identidad de la pitonisa. Hasta el día de hoy, el rey duerme en su habitación circular sin ventanas, rodeado de guardias armados, y bajo su almohada guarda en secreto un manuscrito donde se detallan los males que caerán sobre él, uno a uno, hasta el día de su muerte, por ese trono robado, lleno de sangre.
 
 
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