Tantas veces discutimos amenazantes y
luego acostados pactamos ese improvisado te quiero.
Fueron tantas las instrucciones de nuestro reglamento
que agotaron un amor en desarrollo y ahora lo vemos
como desprendido, como navegando en busca de la tempestad.
 
¿Como es posible?
¿Cuando nos estropeamos tanto con insultos tan impropios?
¿Como se nos piantó el respeto?, así de golpe, sin que quedaran
los resabios de una anticuada galantería.
 
¿Fue tan difícil convivir mas flexibles en nuestras luchas?
¿Que fuerzas extrañas se infiltraron  para contrarrestar
nuestro triunfo cercano?
¿Que sospechosa intervención plasmó una plan tan efectivo,
tan orquestado y sucio?
 
No quiero escribir una novela, sólo desahogarme, cruzarme
de brazos y olvidarte, aunque me cueste,  porque ya perdimos,
no nos conformó el empate y la victoria es reservada.
 
Jorge Dossi - 15-10-1981