Elevo mis plegarias profanas queriendo alcanzarte
en medio de una oscura noche de tormentas
Frio es el viento que eleva mis palabras
Como frio el grito que las dejará junto a ti
Busco en tu mirada un reflejo de la mía
Reflejo que no llegará este amanecer
Siento hambre de tus besos
Besos que no he comido
Y frío sin tus manos que no he de tocar
niña, mujer
Hermosa como una piedra de río
He dejado a un lado aquellos sueños de joven
De aquella aciaga juventud sin amigos
Y no puedo permitirme ésta vez caer en los mismos desvaríos
Que hicieron mella en mi alma aquella vez
Siento ganas de tu cuerpo
Cuerpo que no es mío más que las nubes oscuras en el cielo
Anhelo de tus palabras que no escucharé
Pero elevo mis plegarias a las pléyades
Para que en otra vida, tal vez,
Pueda tenerte
Por siempre
Junto a mí.