La realidad es un laberinto,
una trampa cotidiana de amarguras,
rellena de odios compenetrados en su esencia.
Siento desvanecer la voluntad.
El temor invade la vida, el amor destruido una vez mas.
Cuantas horas de trabajo construyendo ambiciones,
derrochando el tiempo en vivir el castigo de ser hombres.
Cruel laberinto. Dueno de soluciones endemoniadas,
firmas sangrantes sin progreso, esclavitud moderna de pensar.
Conservo tus imágenes, designios corriendo por las calles,
robando corazones destrozados, tirándole sus restos a las fieras.
Eterno y pequeño duende de oscuras profecías, notable creación
de humanidad, aun quedan palabras en los corredores, muriendo
de a poco sin contestar.
Laberinto, temo que enfurezcas mis sentidos si no encuentro
una salida a esta vida enferma y enclaustrada.
Sombras intertes, espacios vacios, todo lo que vive no es mas
que lo que muere.
Así es la vida, una sombra inerte de espacios vacíos atrapando
el humilde destino de cada hombre.
 
Jorge Dossi - 1977