Resumo: La libertad -paráfrasis de Malebranche, rescate de Schopenhauer-, es un misterio. Pero qué libertad se consigue gambeteando el eco tremendo de la sociedad vigilante, la vulgaridad de los posmodernos y la materia impenetrable. Falta amor muchachos, falta amor y sobra locura individual. Falta amor, no me pregunten exactamente qué es. Sé lo que no es. Quizás lo que viví del amor sea como lo que viviste y vivís vos, lector circunstancial, lector querido: experiencia sublime, pero experiencia al fin, proceso del pensamiento, recuerdo, actividad egocéntrica. Pero no me digas, lector amigo, con una mano en el corazón, que eso no fue lo más iluminador en un mundo más bien sombrío, lo que en definitiva nos justifica.
Quizás solo sea un emo. De todas formas me caen mejor los floggers, que supieron distinguir estética de ética, descartando esta última. Los emos son los floggers sin pintar.