Hola, mi queridísima amiga. Noto en tu claro poema un ligero tono de desgarro por lo sorpresivo de dicha sensación y, créeme, ella para mí ya no es una novedad, puesto que me he visto envuelto varias veces en una situación igual. Para reflotar de ella, afortunadamente, he concluido hallando su origen y me ha sido fácil comprender que es a causa de lo inexorable del paso de los años que se ha encargado de vaciar algunos importantes espacios vividos dejándolos casi o totalmente desiertos, pero con su inalterable aroma de recuerdos que inevitablemente los extrañan. No podemos evitar que el cuerpo envejezca y las circunstancias pierdan el placer de restañar nuestros anteriores poderes, pero lamentablemente nuestros sueños afloran con facilidad ante la tibieza de nuestra sangre circulando por nuestras venas, convirtiendose en fértiles escenarios de anhelos.
Sueña, sueña, sueña que de tanto soñar la realidad un día atraprá a uno de ellos y no lo devolverá jamás.
Un abrazo sumamente cálido.
jcrc.

“La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.” Alejandro Dumas

Quien n conoce a Dumas, pero este dramaturgo francés en su libro “Veinte años después” tiene una serie de reflexiones entre las cuales tomo esta como cita. Esa sensación de intangibilidad de la sensación que ocupa diferentes espacios incluso la percepción del aire como mensajero, muestra una incertidumbre que busca “alas” para poder encontrar las utopías, aún reconociéndose como “mendiga de la serenidad” una figura muy interesante que permite dar en esa madurez la repuestas deseadas que le permitirán llegar a ese “más allá del sentir”
Felicitaciones Elvia