Estatuas
Publicado en Dec 03, 2022
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        Estatuas heridas infestadas de ralos y con caspa  de siglos
         asentada como aquello que no pudiera fructificar. 
          Plaza de negrura por la que nunca pasarían perdidos palomares
 
 
          y que jamás arrebataría esplendor a un capullo hirviendo en óxido.
Circula el viento temeroso y se hace tapia y se inmoviliza al ojo.
           Envejecimientos soltados, hendiduras indiscretas.
           Rendijas aspiradas por rendijas mayores 
 
 
 
 
 
 
          Lejos de los senderos que cavan peregrinos tamariscos
           tu olvido tiene el sopor de cabañuela vieja,a sordo olvido seco
           a descomposición paralizada en sus ya tiesos e insípidos soliloquios y argumentos.
           Me elejo de ti para no entristecerme más de lo necesario,
 
 
           me allego a los volcanes donde fluye la vida, magno movimiento
y las féminas pasan en su vaivén perpetuo, al confluír se dispersan y sólo son roces de estela
 
van repitiendo los recodos de su impensada errancia: proyección de contoneos múltiples.
           Van como cosas bellas que las fugas repiten., repetición incansable del mismo reflejo
           Bajo rescoldos que espantapájaros callejeros taladraron y después taponaron
           aún quedan añicos de notas de violín, partes añejas de guitarras puntuales:
           Escapan de su encierro cuando levanto las piedras ingrávidas que las atribulan:
           Todavía tienen algo de sus melancolías de baratas, de impaciencia de armónicas.
           Se eleven con los pasos de una Celestina que escapa
            a esconderse en algún arrebol desmembrado.
            La risa es aquello que cuadra bien las formas de la primavera,
            es un solplo y un solano que agranda a mis ilusiones.  
            Los taciturnos y las noctambulas se unifican y son Uno y lo mismo.
            Las farolas son farolas porque así lo demandan las calles.
            Marejadas de insensatez entre seres sonámbulos que se besan.
            Si pasa alguna caricia a mi lado la ignoro como lo hago con las máquinas.
            Solo quiero una pizca de felicidad, una recortada gota de anhelo.
            Mis canas no me dan para más ni lo soportarían mis remembranzas.
            Únicamente quiero meterializar un sorbo de pureza con algo de contrasentido.
            Pero nadie me entiende quizá un capullo cruzado por una dupla de congojas.
            Entre los abedules que parecen sonsacados por el litio,
            me siento a contar las hojas de mis amarguras solitarias. 
 
             
            
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Foto del autor Richard Albacete
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Descripción

poema general

Palabras Clave: Estatuas

Categoría: Poesa

Subcategoría: Poesa General



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