“Es curioso como los menos entendidos utilizan la palabra ignorancia, como máxima de sus inexistentes argumentos mentales”
XVI. Gracias.  
Hoy es un día común en el tiempo humano, un momento más en la existencia, un ordinario pasar que quizá nunca más vuelva a recordar.
Gracias Mi Dios, por darme la oportunidad de estar vivo, gracias por poder ver, por poder respirar, gracias dios por permitirme estar aquí, por ser parte de tu grandeza, por poder escuchar, por poder hablar, por todo mi dios, mil veces gracias, diez mil y un millón he infinitas veces agradecido.
Por poder ver un pajarito volar, por sentir el viento en mi cara, por poder caminar, por mi familia, por mis amigos, por todo, por cada momento, por lo buenos y malos, por mis ideas, por lo que he olvidado, por lo que no he notado, por una melodía, por un amor, por una discusión, por una aventura, por una mujer, por un alma plena, por todo, gracias.
Mi vida te pertenece, cada logro, cada paso, es una alabanza para ti, mi ser completo es tuyo, me entrego en cuerpo y alma a tu existencia, a tu luz, a tu divinidad, a tu eternidad, todo lo que quieras de mi es tuyo, por siempre, te regalo mi alma la cual siempre te ha pertenecido, soy y pertenezco al bien, que mi mirada vea para ti, que mi vida sea para ti.
Caminare en tus caminos y te seguiré a mi interior, aquel quieto que no se mueve con el mundo, aquel silente poseedor de los conocimientos etéreos y terrenales, aquella biblioteca espiritual de conocimientos, que tú me has regalado Padre Amado.
Ara