ANABEL
Publicado en Nov 10, 2020
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Capitulo 1 FUEGO NEGRO
Soy Anabel de 16 años la segunda de tres hermanos, el mayor Teodoro de 27 y el menor de 10 años Federico, todos hijos de distintos padres, vivimos con mi madre Ruma, en un pueblito del centro Entrerriano, aquí no hay mucho para hacer los días son largos y mayormente aburridos, las actividades cotidiana son una rutina repetida, ir a la iglesia, al centro de jubilados y cada tanto a algún baile que organice la cooperadora, mi hermano Teodoro es un asiduo concurrente a misa y estrecho colaborador del Cura Benito y cuenta en el pueblo con un gran prestigio, sin embargo yo aprendo a tejer en el centro de los viejitos y lo hago para tener un oficio, mi mama dice que el día de mañana podría ser mi sustento, mi madre trabaja por las noche en el pueblo lindante, ella es el único sostén de la familia. En estos días mi vida es muy difícil, me encuentro deprimida, con pocas ganas de hacer cosas, desmotivada y sin sueños, estoy sin fuerzas, al borde del abismo, ahí a punto de caer, tan solo un soplo de viento podría empujarme al vacio, las noche quisiera que no existieran, no, no quiero más noches, apenas el sol comienza a esconderse comienzo a experimentar palpitaciones, sudoración y una profunda angustia, la oscuridad de mi habitación es una cárcel que me atrapa en los más penosos temores, no quiero más noches, quisiera que los días fuesen eternos llenos de luz, sin sombras y que las tinieblas del ocaso se diluyan. Los domingos es el único día que mi madre no trabaja y duerme en casa, son noches más tranquilas, pero no siempre es así, recuerdo una madrugada escuchar la puerta de la habitación de Teodoro abrirse, su sonido característico, ese chillido me daba cuenta de él, escuche sus pasos acercándose a la habitación que comparto con mama y que solo nos separa un viejo ropero, entro sigilosamente y se dirigió a la cama de mi madre, fingí estar dormida, me quede inmóvil, casi no respiraba y apenas se escuchaban las voces, cuchicheos y risitas, de pronto el vaivén de la cama y gemidos revelaban que Teodoro lo había hecho nuevamente, estaba encima de nuestra madre con movimientos cada vez más intensos, con quejidos más fervorosos, si parece un animal salvaje que no puede controlar sus instintos, mas y mas gemidos
de su goce, hasta llegar a la agitación final y después un silencio sepulcral, como si en la oscura noche no hubiese sucedido nada, todo en una aparente calma y en una frágil realidad, Teodoro abandono el cuarto con total discreción y mi madre siguió durmiendo lo evidencian sus molestos ronquidos. Tantos días he pensado en matar a Teodoro, pasa por mi cabeza todo el tiempo, es como un fuego negro, siniestro que se apodera de mi, que me quema por dentro, que arde con llamas de venganza y necesito apagarlo, es un monstruo sin escrúpulos capaz de cometer los hechos más aberrantes, por las noche me voy a la cama con un martillo y lo oculto bajo la almohada, creo que va ser la única solución a este calvario.
Capitulo 2 OSCURIDAD
Eran las últimas horas de la tarde, llovía copiosamente, la oscuridad teñía el pueblo de sombras, ni las almas en penas se atreverían a salir a la calle hoy, el frio y el temporal desvanecen todo intento y el nerviosismo me aprisiona como en cada anochecer. Para disipar el miedo y el aburrimiento me puse a tejer, estoy haciendo escarpines para los recién nacidos de la salita, es una tarea que me gusta y lo hago con todo amor, las horas pasan y la tormenta no cesa, ya es la medianoche y estoy cansada así que tratare de dormir, reviso bajo la almohada y mi martillo esta ahí, esto me tranquiliza un poco y me da más seguridad, voy hasta la cocina y dirijo mi mirada hacia la habitación de Teodoro y constato que duerme, así que me meto en la cama rápidamente y trato de conciliar el sueño deseando no tener esas pesadillas que me perturban y me angustian, recuerdo una madrugada haber soñado estar atada de pies y mano en una cama con espinas , había fogatas encendidas y sacrificios de animales, como si estuviera en un ritual, eran momentos de desasosiegos de profundo temor e intentaba gritar pero mi boca no emitía sonido, ni palabra alguna, era desesperante , de pronto un hombre de espaldas a mí, encapuchado, yo procuraba arrancarme las cadenas pero me esfumaba en el intento, quería verle el rostro a ese tipo, necesitaba hacerlo y cuando se daba la vuelta aparecía la cara de Teodoro y me despertaba abruptamente, toda transpirada y agitada y rompía en llantos, muerta de miedo esperando que el
amanecer llegue, porque las noches son un verdadero infierno, bueno intentare tranquilizarme y ahuyentare esos malos pensamiento para poder dormir. Se escucha un fuerte ruido y me despierta, alguien se acaba de estrellar algo, me quedo expectante y un fugaz silencio trae consigo el chillido inconfundible de la puerta del cuarto de Teodoro, lo escucho caminar lentamente en el pasillo que da a mi habitación, comienzo a temblar y mi respiración se altera , me tapo hasta el cuello y me aferro al viejo acolchado, sus pasos persisten y cada vez más cerca, hasta que abre la puerta, irrumpe en mi habitación, se acerca a mi cama, me destapa, me arranca las ropas intimas y se tira sobre mí, estoy totalmente paralizada, no puedo reaccionar, siento que me desgarra, me penetra bruscamente y cada penetración son como agujas que me clavan, comienza a sacudirse, es un monstruo, un pervertido, un enfermo sexsopata, intento tomar el martillo pero no puedo, me aferra de las dos manos y sigue con su feroz locura de sometimiento, el dolor es agudo, hasta que logro decir unas palabras, Teodoro por favor para, te lo ruego, para, para por favor, el no escucha, hasta que cumple con su cometido y el final de su acto y comienza a golpearme salvajemente y me deja inconsciente con mi rostro desfigurado.-
Capitulo 3 PENUMBRAS
Aquí estoy en penumbras y con una tenue luz gris que ingresa por la ventana, he vuelto a la conciencia, mi rostro hinchado, magullado por la feroz paliza que Teodoro me causo, me duelen hasta los huesos, la cama huele a sangre, me siento abatida, sucia y hasta culpable, creo no poder resistir mucho tiempo mas, esta situación esta menguando mi voluntad, tengo que hacer algo por que mi vida corre peligro. Mi hermano Federico se acerco hasta mi cuarto y sin decir una palabra se sentó en la cama, el es una víctima más de este calvario, su mirada manifiesta la desazón, el brillo de sus ojos inocentes y mojados explicitan la tristeza, le tomo la mano y le hablo, esto va a terminar hermanito te lo prometo, esto va acabar y el sigue mirando el piso sin decir nada apresado en sus pensamientos. Ahora con mis 16 años y por todo lo experimentado comencé a
comprender a mi madre, cuando varios años atrás note que su rostro ya no era el mismo, por los golpes y por las circunstancias vividas, Teodoro la abusaba y maltrataba, ejercía todo el poder físico y mental sin límite alguno, sometiéndola a lo mas denigrante como lo hace conmigo, paso todas las noches pensando cómo darle fin a este sufrimiento y por mi cabeza emergen los fantasmas de la muerte. Teodoro es como una celebridad en el pueblo, es un tipo muy ameno , encantador, servicial la gente lo adora, especialmente las señoras de la alta sociedad católica, quienes le dicen ¿ Teodoro cuando vas a conseguirte una chica, una compañera para tu vida, la madre de tus hijos, alguien que esté dispuesta a formar una familia ? y Teodoro le responde ! yo estoy casado con la palabra de Dios y mi vida está dedicada al prójimo ¡ hijo de puta, con una sonrisa irónica y gestos simulados, es un maestro de la manipulación, pero bajo el techo de nuestra casa es el mismísimo Lucifer un tipo sin escrúpulos, un infame malvado. Después de unas semanas los moretones y heridas desaparecieron y decidí ir al centro de jubilados y retomar las clase de tejido, era el 25 de julio el día de mi cumpleaños, es una tarde esplendida de invierno un sol radiante que pinta las calle de vida, la gente sale a caminar y la plaza está muy concurrida, cuanto envidio a esas chicas que se las ve tan felices, siempre me pregunto por qué a mí me toca vivir este martirio, pero trato de cambiar mis pensamientos hoy cumplo años así que voy a tratar de disfrutar, de regreso a casa me esperaba una sorpresa, cuando abro la puerta Teodoro y Federico comienzan a cantarme el cumpleaños feliz y en el centro de la mesa una inmensa y colorida torta y un gran regalo, era el vestido de mis sueños, corre a cambiarte dice Teodoro que hoy será una fiesta inolvidable, ya en mi habitación frente a un desgastado y borroso espejo me engalane con ese deslumbrante atuendo, me sentía feliz al menos por un instante ¿ qué tramara Teodoro me preguntaba ? volví al comedor encendieron las velas y con un fuerte soplido las apague, lo que note es que Teodoro estaba bebiendo y lo hacía cada vez mas asiduamente, era un trago tras otro pero no me atrevía a decirle nada, es la primera vez que lo veo tomar alcohol y su borrachera es notoria, comienza a rezar y nos obliga hacerlo, lo hace cada vez con voz más alta, saquemos nuestro pecados y los demonios de nuestros corazones, Dios esta aquí en mi persona, estaba como en un transe místico, hasta que de repente clavo su mirada sobre mí, se lanzo, me
arranco el vestido y comenzó a golpearme, para luego violarme, pero resistía, esta vez estaba decidida de luchar hasta el final, mi hermanito intento detenerlo con un botellazo y Teodoro se lo saco de encima azotándolo contra la mesa, se pudo levantar y salió disparado por la puerta gritando auxilio mi hermano quiere matar a Anabel.-
Capitulo 4 ENTRE LA TIERRA Y EL CIELO
Federico corrió por la calle al grito de auxilio, auxilio mi hermano está matando a Anabel, pero Teodoro no se detenía, sus golpes eran incesantes, trate de defenderme pero fue imposible, se los juro que luche por mi vida , pero el porte físico y su estado endemoniado se imponían sobre mí, hasta que una de sus trompadas me quito el dolor, abruptamente y deje de sufrir, sentí que me desprendía de mi cuerpo, que me elevaba en paz desprovista de la angustia que tanto tiempo me asedio, flotaba y desde lo alto podía ver mi cuerpo y a Teodoro violándolo y golpeándolo encarnizadamente, la sangre salpicaba las paredes y la cama estaba cubierta de un rojo intenso, el no podía detenerse, fue cuando sujeto una gran cuchilla, la aferro con las dos manos, tomo impulso y súbitamente di vuelta mi cabeza para no ver mi propia muerte y mire al cielo que comenzó abrirse, una luz muy intensa me atraía, todo era lento y apacible, agradable, una voz muy suave me tranquilizaba, estas a salvo, estás conmigo, ven toma vuelo, déjate llevar, no mires atrás, mantén tu vista en el horizonte y aprecia el mas allá, aquí no hay violencia, no hay odio, aquí reina el amor, me toque la cara y mire mi cuerpo estaba en perfecto estado, mientras flameaba en la vastedad cada momento de felicidad de mi vida pasaba como en un film, vi mi nacimiento, mi primeros pasos con un vestidito rosado con vuelos blancos, me veía correr por las praderas con toda mi inocencia, libre como las mariposas de primavera, la aprecie a mi madre con Federico en brazos de bebe, cuantas emociones sublimes , pero había algo que me detenía , que no me dejaba desprenderme de lo terrenal, giro mi vista hacia atrás y puedo observar a Federico abrumado, desesperado corriendo con dos persona hacia la casa, que irrumpen virulentamente y advertí a Teodoro dejar la cuchilla en la cama y huir por una de las ventanas que da a la arboleda.-


Capitulo 5 EL DIA DESPUES
Cuando desperté me encontré en una habitación oliente a desinfectante, con sabanas blancas y un suero corriendo por mis venas, hasta pensé que había muerto y esto era un cuarto celestial, intente hablar y se me acerco un hombre y me dijo Anabel soy Juan, ¿cómo se siente? ¿Pero quién es usted? soy Juan quien ingreso a su casa a rescatarla y fuera de la habitación en la sala de espera se encuentra mi hermano Aníbal junto a Federico, su madre está viajando en unos minutos estará llegando y quédese tranquila que está a salvo la salita está custodiada por un guardia policial, dentro de mi confusión y los dolores de la golpiza esboce una pequeña sonrisa y un suspiro de calma, ¡todo termino Juan!, ¿Y Teodoro? huyo Anabel, no se sabe nada de su paradero, la policía lo busca por los campos y el monte, pero quiero decirle que el cura Benito se acerco al destacamento pidiendo la protección temporaria de Teodoro con el argumento que es un significativo fiel digno de respeto e incapaz de cometer los hechos que le adjudican, ¿Y qué le dijeron Juan? el agente accedió a tal petición, así que cuando Teodoro sea capturado será dado en amparo del Cura. Cuando mi madre llego al pueblo fue llevada de inmediato al destacamento policial donde el agente y el cura Benito le sugirieron que no hiciera la denuncia y así evitar engorrosos procedimientos judiciales y mi madre acepto, ella era una mujer sumisa, influenciable y un poco ignorante y hasta cómplice de su hijo quien pese a todo seguía siendo la luz de sus ojos, le informaron, le impusieron que mi presencia en el pueblo sería muy controvertida y que debería abandonarlo en bien mi salud me lo permita. Pasado unos días Teodoro apareció y fue trasladado a la casa continua a la Iglesia, en el pueblo comenzaron a
circular versiones de lo sucedido, que era mi culpa que estaba poseída y quise matar a mi hermano con una cuchilla y el no tuvo más que defenderse y que decidió escapar sin rumbo aterrado por la situación, en la iglesia organizaron una misa en honor a Teodoro y con ese gesto se dieron por validos los hechos y el hijo de puta fue tratado como un héroe y deslindado de toda responsabilidad. Ya recuperada y con un estado de salud mas optimo, prepare mis pocas cosas y abandonamos el pueblo, cuantos sueños murieron aquí, perdí mi niñez en manos de un hombre enfermo, deje mi inocencia temprana, tal vez el paso del tiempo puedan cerrar tantas heridas y aliviar el dolor, fui víctima, fui objeto, fui la presa depredada por una bestia resguardada por un sistema, fui desesperación, ahogo, impotencia, fui una niña desprotegida, fui la carne del deseo incontrolable de Teodoro, pero aquí estoy enfrentando la vida como puedo, luchando, tratando de salir adelante marcada por el destino, con el vestido de mi sueños, cada noche, en manos de Dios, mi propio Dios, ese que vive dentro de mí y bajo las estrellas en algún lugar del mundo .-Fin. Relatos breves Juan Sosa
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Descripción

Cada familia es un mundo y cada vida una historia diferente.

Palabras Clave: Anabel.fuego negro penumbras

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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kalutavon

La narrativa es coherente, fluye sin prisa. El fondo se inscribe entre los cuentos largos casi de terror. El texto es intenso y creíble. Estos son algunos rasgos que dentro de lo positivo se pueden destacar. En cuanto al otro aspecto, encuentro términos en el vocabulario de una adolescente de 16 años que son un desliz en la redacción del texto, algunas palabras que una chica pueblerina es dificil de conocer, por ejemplo sexsopata (aquí yo dejaría que el lector califique la conducta del personaje) y algunos otros. Aun con lo mencionado al final la lectura me resultó interesante y me deja dubitativo, cómo es que en un texto así se omiten tantas tildes. Seguiré leyendo tus aportaciones Juan, dentro de los parámetros de una lectura sincera y comentaré, si me lo permites, con apreciaciones lejanas en lo posible de halagos hipócritas e innecesarios, no esperes de mi persona bendiciones ni arrumacos, no tengo calidad moral para bendecir a nadie y no acostumbro fingir sentimientos. Será tu decisión permitir que te haga comentarios en los términos que he descrito, si no accedes, házmelo saber, de todas formas seguiré leyendo tus textos, porque considero que hay muchos rasgos positivos en tu pluma, desde el punto literario por supuesto. Afectuoso saludo.
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November 10, 2020
 

juan sosa

Kalutavon desde ya muchas gracias por tu aporte, para nada me molesta tu opinion, al contrario valoro tu franquesa. Con respecto a los tilde pasa por mi incapacidad del manejo de la tecnologia, me cuesta mucho pasar del papel a la pantalla, soy un aprendis en el teclado y no entiendo demasiado las funciones. Sigo esperando tus comentarios sinceros, saludos.
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November 11, 2020

kalutavon

Ay esa tecnología tan útil y a la vez tan complicada, especialmente para un viejo como yo. Ahora entiendo la falta de tildes, yo padezco del mismo problema Juan. Gracias por contestar, eso ya me dice mucho de tu calidad humana. Nos encontramos después entre las letras. Reitero mi saludo afectuoso.
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November 11, 2020

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busy