29.09.00
Pensamiento 4
¿Por qué me hiciste tanto daño? Mi alma y mi corazón estaban a tu servicio, tú me lastimaste al terminar con nuestra relación, yo pensaba que todo esto quebraría en un futuro muy lejano, pero tú acabaste con mis ilusiones y aventuras ¿cómo cerraste aquel corazón? Quizá jamás me dejaste entrar en el. Lo peor es que no fuiste capaz de decírmelo a la cara, si no que tuvo que ser un grito a varios metros de distancia, en esos momentos me sentí derrumbado con ganas de gritar al mundo el dolor, pero un orgullo lo impidió.
Ahora me encuentro en mi cama descansando y escribiendo lo que mi boca no puede contar al mundo, mi orgullo retiene el llanto que llevo por dentro, quizá sea lo mejor, pero tengo ganas de gritarlo y desahogarme de este puñal que me has clavado, no lo haré, soy orgulloso y eso me da fuerzas para algún día volver a amarte.
Para Juani, en el día más dichoso y lamentable de mi vida.