¿  VOLVER ?
 
   Si alguna vez vuelvo a verte trataré de no ruborizarme aunque sea infiel con mis sentimientos. Es que todavía no termino de aprender la sutil diferencia que encierran las victorias y derrotas.
  Si te encuentro por casualidad, por obra y gracia del destino (que palabra complicada) tal vez improvise palabras de ocasión: "como estas", "yo ando bien" (aunque no sea así) y por ahí tomemos un café y hablemos de lo que una ex pareja puede hablar.
   Estos encuentros casuales tienen mucho de balance, de comprensión, de asomarse por ventanas para ver si las nubes todavía amenazan con tormentas o si el cielo aclara y da paso a una brillante irrupción de sol.
   Algo tan parecido al comienzo y al final de un amor, a la costumbre de saber tomarle el tiempo a las alegrías intensas, al don de vivir en plenitud cada cosa compartida como si fuera la última. De esto se ha dicho casi todo pero como es un tema recurrente y tiene algo de magia vale volverlo a transitar y depositar esperanzas, sembrar dudas, alimentar expectativas. Porque aunque sean tiempos de marchar en soledad y batallar contra fantasmas que atormentan o contra viejos sueños torturadores, lo que siempre perdura es lo bueno que vivimos, aquello que en determinado momento nos hizo sentir héroes, los mejores del mundo, y es bueno disfrutar esa sensación de que uno se lleva todo por delante, que es imparable. Ese instante, si se vivió a pleno vale para motivarnos aunque después caigamos en la cuenta de que somos simples y limitados mortales.
   Volviendo al principio, también podría ocurrir que te llame o me llames y programemos una salida. Aquí será distinto porque iremos sabiendo que nos vamos a encontrar y quiero detenerme en los momentos previos: vos mirándote al espejo, eligiendo una bijou fascinante o pintándote los labios de rojo furia para enloquecer; yo también frente al espejo, recortando mi barba, perfumando el cuerpo con una fragancia tramposa.
   Después, los dos frente a frente y una catarata de palabras contenidas que se abalanzan por tu blusa y mi remera buscando destacarse: vacaciones, conquistas, ojos que brillan, ¿volver?, la paz, la tranquilidad, lo que pudo haber sido y no fue.
   Otra vuelta de café, lágrimas, el amor que esta presente haciendo señas y no alcanzamos a divisar. Un mundo nuestro que construimos con lo poco que teníamos, un hijo en el camino de las ansias postergadas, las dudas que asaltan, los conflictos todavía latentes, las inseguridades y el temor a una nueva equivocación
   Una despedida que se avecina, un poco tarde, y después los dos retornando sueltos por las calles vacías, saludando a los grillos, aplastando las hojas con estruendo, seguros de que habrá otro café para charlar, reinventar el amor, ¿volver?, o darse cuenta que así, en eterno encuentro casual o buscado, sin cambiar ninguna regla, terminaremos tan aburridos que no querremos vernos más
 
Jorge Dossi 21-12-1991