Te has dejado la puerta abierta, 
incrementa el dolor. 
Sí, te has ido, 
pero te has dejado la puerta abierta. 
¿Por qué?

¿Vas a volver?
Quizás es culpa mía.
Ahora no sé como calmar mis demonios. 
¿Has pronunciado que me querías?
No. 
Pero te has dejado la puerta abierta. 

Más tarde, ¿La cerrarás?
Tal vez sí. 
Qué cobarde, 
culpables son mis temores. 
¿Cuál es la razón?
 
Alguien conseguirá entrar,
con cuidado la cerrará, 
envuelto de tacto te abrazará,
a tu lado sin condición se quedará.
 
Sintiendo el poder,
en llamas recién nacidas,
transformado en mi mayor maestro,
aprendí lo que conlleva amar,
al fin es recíproco el amor. 
 
Eternamente agradecida, 
tus ojos señales, 
perdida me guían, 
luz en pura oscuridad. 

Nada fue en vano, 
aunque hayan grietas,
golpes de realidad,
siempre me quedarás tú.

Jamás en el olvido.