CON OTRA GENTE
 
 
El futuro que no tuvimos, ese que terminó entrampado entre un “te quiero” y un adiós definitivo. Utopía fallida, reflejo de una realidad vivencial que nos arrolló y enrolló y un interminable enfrentamiento de diferencias, excesos y carencias que fuimos incapaces de resolver. Nuestra relación fue una apología del exabrupto, anhelo desquiciado del empoderamiento del uno por sobre del otro. La necia costumbre de practicar la evasiva, de convivir en la ofensiva con bandera blanca algunas veces en la cama.
 
Un futuro que no tuvimos porque no lo merecimos. Sobra arrepentirse, tampoco reírse, llorar mucho menos, tal vez un recuento y control de daños, una reflexión sincera con autocritica verdadera y confiar en que pudiera haber un mejor futuro con persona distinta en los próximos meses o años. Finalmente, el futuro que no tuvimos podemos construirlo desde las ruinas en que lo nuestro ha quedado, al menos eso espero para ti, porque yo por mi parte ahora estoy tejiendo mi presente entre la gente que no se parezca a ti.
 
 
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La publicación de este texto se debe principalmente a la idea que me nació después de leer un amable comentario que dejó en mi texto Sueño, mi amiga virtual Elvia Gonzalez.