12.05.10
Inquietud reinante.
Suelo emerger de pensares profundos que infunden en mi un silencio semi perpetuo durante el día, pareciera que todo a mi alrededor fuera una vana e inexistente existencia, como si todo estuviera predispuesto para activarse y moverse al sonar de mi percepción, captando mi señal de atención para obtener movimiento.
Cómo si todos actuaran de una rutina que es guion ya escrito, algo similar a “The Truman Show”, solo que, a diferencia de esta película, yo me estoy jugando la eternidad de existencia a ser parte de la nada y no tengo otra opción que madurar mental y espiritualmente.
Me sumerjo en miles de pensares que no llegan a ni un lado, me inquietan, una paranoia eterna que no tiene conclusión, me quedo en una paradoja sin sentido para el sabio y en palabra paradoja para la mayoría.
Siento como si esto, lo hubiera vivido una y otra vez, pasando de un capítulo repetido, a una copia exacta, solo que ahora con otro protagonista que se hace las mismas cuestionantes que no lo encaminan jamás.
Busco el norte, con una brújula paralela, a está, ahora, mi dimensión.