Contradiciendo lo que una vez te escribí sobre la naturaleza inexplicable de mis sentimientos hacia a ti, creo recordar que te dije algo así como que si este sentimiento no había nacido de la noche a la mañana, no puedes pretender que desaparezca de la misma forma, sin embargo, en estos días de escasas noticias tuyas, quise darme a la tarea de explicarme como fue o cuando fue que te volviste importante para mí, creo que fue una autoflagelación porque lejos de encontrar una respuesta, encontré un motivo más fuerte para seguir aferrado a este sentimiento, decidí que no importa el porqué, el cuando y el cómo, lo que importa es que el sentimiento está ahí, que sigue ahí, que persiste a pesar de que te resistes, y no es que yo no quiera que el sentimiento sea recíproco, porque desafortunadamente yo no puedo hacer que tu me quieras, esa parte depende exclusivamente de ti, yo lo único que puedo hacer es estar ahí para cuando eso pase, y digo estar ahí no porque voy a estar sentado frente a tu puerta (aunque si lo haría) si no porque mientras este sentimiento este en mí, yo voy a estar para ti, estoy dando todo de mi parte, todo lo que en este momento puedo dar y ofrecer, ojalá fuera más, pero como también te dije, prefiero ser honesto y sincero y no ofrecer nada que no pueda dar, ni pretender nada que tampoco yo esté dispuesto a brindar. No ha sido fácil, es desesperante no saber de ti e imaginar mil escenarios en mi cerebro, ninguno favorable, por cierto, (por eso la autoflagelación). No me voy a dar por vencido, te repito, el sentimiento sigue presente en mí, trataré de no llenarte de mensajes, no te prometo nada, pero haré el intento, ahora mismo yo no estoy muy bien que digamos, así como tú, también tengo algunos problemas, tengo que resolver algunos asuntos importantes, algunos delicados y otros urgentes, los pensamientos en mi cabeza cada día dan más vueltas y aunque no lo creas, solo tu recuerdo me mantiene alejado de mi triste realidad, creo que también por esa razón, mis problemas, es que me gustaría estar frente a ti y platicarte, no para que me aconsejes, no para que me digas que hacer o no hacer, sólo para que me escuches. Toda la mañana de hoy estuvo dando vueltas y vueltas una frase en mi mente, sabía que la tendría que haber escrito para que no se me olvidara, pero cuando se trata de ti, recuerdo todo, bueno casi todo, menos de cuando te volviste importante, pero casi todo, lo curioso de esta frase es que se repetía como si yo te tuviera de frente y te la dijera, hasta podía sentir tus reacciones, podía ver los gestos de tu cara, te repito que todo el día estuvo dando vueltas, la frase decía mas o menos así; “mi cariño para ti es inversamente proporcional al tamaño de tu rechazo” y que significa, me preguntabas… Significa que mientras mas me rechaces, mas grande va a ser este sentimiento hacia ti, y viene lo mejor, la poca luz que veo al final del túnel, nunca lo he rechazado… Muero, y es que en cada mensaje, en cada mirada, en cada palabra, a pesar de todo lo que has dicho y escrito, dentro de ese no, siempre veo un tal vez, no se si sean falsas esperanzas o tontas ilusiones o mi cariño me hace ver o sentir cosas que nada mas no son, y nunca van a ser, pero mientras no lo sienta, mientras no vea el rechazo en tu mirada, escribe lo que quieras, se que dentro de ti, hay algo, me lo dijiste, y quiero creer que a mi no me has mentido. Déjame vivir con esa falsa esperanza, con esa tonta ilusión, déjame vivir con este cariño que ahorita a ti no te hace ningún daño, déjame seguir ahí mientras el sentimiento siga vivo, déjame hacértelo saber de vez en cuando, y quizás mañana, mañana será otro día…