Hay escritores más sociables que otros, de hecho algunos no pueden vivir si no tienen un contacto cercano con el medio que les rodea; otros, si bien a simple vista pueden parecernos sociables, adoran el silencio de la casa cuando no hay nadie, aguardan con ansiedad el momento en que estén solos ellos frente a sí mismos, sin almas que lo contemplen, absolutamente igual que como han llegado a este mundo... Van hacia ella y que, son de pocos amigos (pocos, porque los buenos amigos siempre son pocos), tienen una necesidad latiéndole dentro que les exige refugiarse en la soledad de su cuarto, en el campo,junto al mar, en la sala vacía del aeropuerto o donde sea, pero lejos de cualquier contacto con la especie humana... Sin embargo aprenden a no aislarse desmesuradamente, tienen pocos amigos pero con quienes les unen fuertes relaciones, otra característica más que los pone por encima de cualquier ser humano que se considere sociable pero no sea capaz de compartir de verdad su existencia con otro. Cercanos a su soledad, necesitados de ella y capaz de pasarse mucho tiempo recluidos, capaces de compartir amistades profundas, de armar lazos sólidos y casi indestructibles, y esto los convierte en más aptos para relacionarse de verdad, para mostrarse tal cual es, para compartir quien es en realidad con otro...