10.01.16 La hacienda. Pensamientos que descansan con la mirada sobre campos verdes, la pureza del sur baña un cuerpo ya viejo por el paso de los años, observo la lluvia caer en acto suicida sobre el techo de mi casa, para luego con la salida del sol evaporarse y continuar su proceso de vida.
Miro al pasado con cierta nostalgia, mas no con dolor, mi papel en esta vida fue cumplido a cabalidad, no hay eslabones sueltos, el proceso está completo, no hay arrepentimiento alguno.
Los bellos árboles sin hojas en este otoño me parecen hermosos en su forma tétrica mecidos por el viento, siento que podrían tomar a una persona y ahorcarla con sus ramas y nadie sospecharía nada.
Mi tranquilidad es inimaginable, jamás pensé en mi juventud, que la vida me deparara un último pasar por ella en paz absoluta. La leña arde en la chimenea con calma brindando un calor agradable, mientras bebo una botella de fuerte y doy rienda suelta a mis escritos que ahora son conocidos mundialmente.
Soy un escritor en retiro reconocido y con una fuente de inspiración inagotable, toda una vida de gente que se fue y vivencias que olvide, que en el momento llegan solo como un rayo para perderse en una hoja más que se va a la editorial.