Una reflexión general
En un mundo que ha transitado por diversas épocas, sucesos, cambios culturales, sociales y naturales, con almas que se atrevieron a ser diferentes y visualizarse competentes de hacer realidad grandes sueños, personas destacadas en diversidad de áreas que de un modo u otro, han dejado su huella con el paso del tiempo, han sido capaces de ser extraordinarios y únicos cuando la mayoría es ordinaria y común que, aun hoy en día siguen influyendo en la mentalidad del hombre moderno. Este, por su naturaleza un tanto compleja y se podría decir privilegiada a la de otros seres vivientes, ha estado en la búsqueda constante acerca del significado de su vida, su existencia y propósito por lo que, a lo largo de la historia se ha desenvuelto en diversas áreas y disciplinas que han dado pie a un cambio drástico en cada generación que pasa y para describir toda la humanidad desde su inicio hasta la actualidad en unas pocas líneas no es suficiente para comprenderla en su compleción. Unas de las cosas que maravilla del hombre es su instinto curioso e inquieto por conocer lo desconocido, descubrir lo que permanece oculto, sacar a la superficie lo que permanece en la profundidad y tomar riesgos para lograr su cometido. Su capacidad inventiva de proyectar lo que en su imaginación contiene y materializarlo, lograr lo que muchas veces se consideró imposible y que aún hoy en día, sigue experimentando esa posibilidad de superar límites presentes.
Desde su inicio, el hombre ha manifestado sus pensamientos de diversas maneras en lo que más adelante se concretó como lenguaje y este a su vez en algunos elementos de la comunicación como el lenguaje escrito, hablado y gestual que expresan los deseos, emociones e ideologías del mismo. Una de las distintas maneras de expresar tales sentimientos ha sido el arte, la magia de dar vida a un sinfín de emociones en el alma, corazón y mente con solo trazos coloridos, aun sin poseer algún signo gráfico que interpretar, deja una impresión permanente y quizás respuesta inmediata al sentido de nuestra existencia; plasmar lo que vemos  así como lo que nuestra mente puede crear de la nada deduce la conexión tangible e intangible que tenemos con nuestro entorno, la madre naturaleza en donde nacemos y perecemos, en donde vivimos y sobrevivimos, luchamos y reposamos, amamos y odiamos, poseemos y dejamos y, aun así es generosa y comprensiva.
El vivir puede ser simple y complicado a la vez, aunque estas siendo palabras opuestas, solo aquellos que han transitado parte del camino pueden comprender la similitud que existe en ellas. Una perspectiva simplista de entenderla es con aquellas labores cotidianas u ordinarias que se realizan con normalidad y de manera automática; si se es analítico, observador o se posee el hábito de meditar en aquello que está en el entorno, podríamos sacar una enseñanza, aprendizaje o significado de aquello que llamamos rutina, no es necesario ser un experto en  psicología o ser un maestro en la comprensión total del carácter general de la sociedad pero si adoptar la costumbre de ver más allá de lo que está a simple vista. En los actos más sencillos podemos encontrar una gran lección pero son muy pocos los que asimilan este secreto que está al alcance de todos mas no todos lo toman y manejan con prudencia.
Si se pudiera tomar y anotar las malas experiencias, problemas, dificultades, dolor  de cada ser que ha transitado este mundo sería un libro que no tendría fin, cuyo índice no dejaría de agregar números a su lista y su última página siempre estaría en blanco esperando ser marcada. El lado inverso de las cosas buenas no es algo que nos agrade tener continuamente, no decidimos cargar con ello ni es una elección que tomaríamos por gusto o necesidad, pero de una forma u otra se nos impone llevarla y caminar con eso. Se debe entender que la vida no está hecha solo de dos polos opuestos, extremos u tonalidades sino que hay  intermedios, matices que conviene considerar y eso hace que sea flexible y cambiante.   El primer aliento de vida una vez que salimos del vientre materno es gratuito los que se dan después pareciera que debemos pagar un alto costo por mantener cada uno y cuando damos el ultimo no tenemos remuneración alguna y aunque nos las dieran ya no serviría nada.
 No obstante el mejor modelo de vida se puede encontrar en un habitad un tanto diferente al nuestro que tiende a ser frívolo y artificial, en donde la tecnología no invade cada rincón, donde podemos estar más conectados sin necesidad de una red inalámbrica, donde podemos hallar más respuestas que preguntas, donde la sintonía con el alma es más aguda y nuestros sentidos encuentran descanso. Allí podemos escuchar nuestros sentimientos más que nuestra voz, pensar en todo y nada a la vez, sentirse capaz de cualquier  cosa y a la vez insignificante, entender el efecto que genera el respirar profundamente, siendo algo mecánico involuntario y constante te das cuenta cuán importante puede ser este  acto sencillo pero que a la vez es la esencia del cuerpo. Es un mundo que dio origen a lo que somos y sin embargo no todos somos capaces de ser agradecidos ni corresponder a su dadiva.
La naturaleza, creación del más grande artista y arquitecto supremo nos es de ejemplo, la misma en si posee mayor sabiduría que la mente humana,  provenimos de ella y desde el principio ha sido el sustento de generaciones y parece no cansarse aunque su capacidad ya no es la misma da sin recibir mucho a cambio, más la tratamos como si fuera una intrusa y nosotros los dueños, como si fuera un estorbo y nosotros esenciales, como si ella arruinara y nosotros remediáramos el supuesto daño causado.