Toda nuestra vida transcurre entre el presente bien vivido o el futuro anhelado. Esto no es tan simple como parece. Es un problema de satisfacción y al mismo tiempo un problema de esperanza.
Desear ser como Buda,es dejar de ser Buda hoy. Dejar la iluminación (la plena conciencia y los actos puros y desinteresados) para después es simplemente vivir en un estado de frustración. La frase budista: Sólo un Buda se convierte en Buda no deja lugar para soñar. O se es un realizado, un despierto o no se lo es. Nada más torpe que dejar el resultado de nuestro esfuerzo, concentración y meditación para después. ¿Para qué para después? - La vida es aquí y ahora. La budeidad es aquí y ahora.
No busques librarte de deseos o lograr el despertar. Hazte presente. Convierte en el observador de tu mente. En vez de citar al Buda, se tú el Buda. Se tú el despierto, eso es lo que significa la palabra Buda.
Al penetrar, gracias a nuestra ignorancia, en los reinos del tiempo y  de la mente, perdimos la conciencia del Ser. A partir de ese momento nos sentimos como fragmentos insignificantes en un universo extraño, desconectados de la fuente original de la Vida (Dios) y de todos los demás seres.
La mente separa. El tiempo también. Pero cuando ERES, entonces tiempo y mente son dejados a un lado y tú eres uno con Maja Shakti (la energía del Universo) y con todos los seres sensibles. Estar despierto es estar en UNIDAD con todo. Sin separaciones, tu despertez es la despertez del universo. Vida y muerte son inspiración y espiración. Estar consciente de esto es estar feliz. Sabemos que todo fluctúa entre la felicidad y el sufrimiento. Esto es real. La realidad de vivir esta verdad es nuestra iluminación.
Un Buda no necesita el  pasado. Un Buda no necesita el futuro. Un Buda no desea más presente. Un Buda es presente. Más nada. Por eso, si en este presente hay vida y muerte, esto lo disfrutamos naturalmente. Es una ley Universal. Y recuerda: todo cambio es progreso. Quítate las vendas, ponte las alpargatas, el joropo Zen es aquí y ahora.