MAGDALENA RUIZ GUIÑAZU: SOBRE DIPUTADOS SOCIALISTAS Y PERIODISMO INDEPENDIENTE

Por Jorge Dossi





Esta mañana, luego de que la Cámara de Diputados diera media sanción al proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Magdalena Ruiz Guiñazú no podía disimular su indignación por el resultado de la votación
Hizo blanco en el bloque del Partido Socialista y cuestionó a los diputados que -para su sorpresa- votaron a favor del proyecto, rescatando la valentía -así lo expresó- de la diputada Laura Sesma -del mismo bloque- por ser la única que voto en contra.
Edgardo Alfano, ladero de la conductora y periodista de TN conjeturaba sobre que habrían recibido a cambio los diputados para cambiar el sentido de su voto. Esto traducido al castellano es: ¿Hubo dinero para la provincia de Binner? ¿O para los propios diputados?
En aras de ser justos -para con la audiencia- correspondía interrogarse que así como pudo ser comprada la voluntad de la casi totalidad de un bloque partidario, también podía ocurrir lo propio con una diputada.
Estos interrogantes disparan el análisis de este periodismo que se ufana hasta el hartazgo de considerarse "independiente"; Que no duda en tergiversar la información frente a su audiencia; Un periodismo que no puede disimular el fastidio que le produce una decisión avalada por 146 votos; Que no cesó de enviar a sus oyentes este mensaje: el resultado de la votación, aunque fuere favorable al oficialismo, será el de un Congreso deslegitimado por el resultado de la elección del pasado mes de junio.
Es tanto el malestar que hasta le observan a la oposición, subestimándola de manera inmerecida cuando lo que hace es cumplir su rol, -aunque pueda cuestionarse el modo en que lo hace- por no advertir con debido cuidado que la agenda presidencial tenía previsto un viaje por el cual la Presidenta se ausentaría del país, Cobos asumiría el Poder Ejecutivo y entonces perdería el control del ingreso de la media sanción en el Senado para distribuir el proyecto en las Comisiones con competencia en la materia.
Ahora, todo ese trámite que -según estos periodistas- pone en riesgo la libertad de expresión y la supervivencia de los medios de comunicación en la Argentina en caso que el Senado lo vote favorablemente, -se le endilgará a una oposición distraída, que extravió su estrategia, como si durante estos días no hubieran tenido todos los micrófonos, las radios y la televisión a su disposición para decir lo que les venga en gana.
La Señora Ruiz Guiñazu quizás deba replantearse un viraje y dedicarse a la política pues pareciera estar en mejores condiciones no solo informativas sino de estrategia política para cumplir un rol opositor más avezado que el de un bloque de diputados sospechado de cambiar su voto vaya a saber porque, aunque nunca por convicción política.
Ni Edgardo Alfano, ni María O Donnel, ni la propia Magdalena se detuvieron a analizar si las reformas introducidas al proyecto del oficialismo conformaron a la oposición de centroizquierda que finalmente acompaño el proyecto votando a favor.
La diputada Sesma, en cambio, fue valiente al ser la única de su bloque que voto en contra, pese a que la propia legisladora, refirió que respetaba a sus compañeros de bloque por la decisión que tomaron expresando que la misma lo fue por convicción como todas las que el socialismo define desde la conducción del su partido.ٴ
Este giro "inesperado" en la decisión del bloque socialista crispó el animo de la conductora quien se interrogó sobre como votaría en el Senado, Rubén Giustiniani a quien no hace mucho había entrevistado en el programa y se manifestó en contra del proyecto.
Es aquí donde se desnuda la farsa de este periodismo que se autotitula "independiente" Magdalena no hace más que representar el espíritu mas concentrado de la oposición al proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual y en aras de responder a sus patrones, no le tiembla la voz si ahora tiene que cuestionar a los opositores, que ayer nomás ensalzaba, cuando ahora votan a favor del proyecto. La chicana es sembrar en la audiencia que hubo algo raro para que la voluntad de algunos diputados se haya modificado. La valentía de un solo legislador se esgrime como reserva moral frente a los oyentes perplejos que dejan mensajes antigubernamentales contribuyendo a confirmar la patraña.
Poco importa si esa legisladora comprende a sus compañeros de bloque y les cree que hayan votado por convicción. El mensaje es claro: no se puede votar esta ley por convicción, quien votó a favor siendo opositor fue comprado por el oficialismo, quien votó en contra siendo opositor es valiente
Si este es el periodismo "independiente" no hablemos más de periodistas dependientes de los medios porque esta visto que podemos confundirnos y además como suele decirse "no aclares que oscurece".