Estoy muy cerca de convencerme que existe la posibilidad de renacer un par de veces en la misma vida y con la ventaja de recoger sabiduría cada una de las veces.
Gracias, amiga querida.

Gracias, Mariana. Para mi es un placer el que veas mis letras.

Gracias a la vida, mi adorada amiga, que me ha permitido recoger muchas respuestas a cada pregunta que en muchas situaciones formulé, respuestas que se enmarcaron de maneras diversas, pero siempre una de esas formas fue la lógica y, con arrojo y decisión, nunca la desconocí. Esa ha sido mi forma para existir y reaccionar frente a los complejos desafíos que ella te impone. Precisamente una de las tareas más difíciles que a mi juicio considero de la vida, es la imperiosa convivencia con un ente tan dispar como lo es el contra género, porque analizado en profundidad son bastantes las disimilitudes; no obstante, pese a esa diferencia, se logra establecer la nobleza cuando hacemos presente en ello el respeto, la comunicación, el reconocimiento, la amistad y el amor, porque como dijera, es una convivencia imperiosa; no hay más.
Quizás esa inspiración que insinúas me sobreviene, no sea tal, puede ser solamente honestidad y la pregunta que me he hecho en infinitas oportunidades ha de haber tenido siempre la respuesta: ¿Qué hubiera sido de mí de no haber sido por una mujer?
Tal como terminé mi texto, termino aquí también: ¡Las amo!