Pasa que en el último tiempo aquel recuerdo se ha acrecentado con un sesgo de obsesión y es el que me ha impulsado de modo insistente a escribir sobre ello. No obstante, es una sensación que me afecta de dos maneras diferentes, porque por una parte me complace bellamente, pero por otra me apena en lo más hondo cuando, en consecuencia, me pregunto ¿Dónde estás Constanza?
Sin dudas, María, la sigo amando secretamente después de transcurridos cuarenta años.
Sé que tu comprendes, porque sabes que ni la muerte termina con los sentimientos que han calado hondo en nuestra alma.
Imagino tomando tu mano y sintiendo la calidez de tu amistad.

JCRC.

Como ha publicado recientemente un textalero, no se debe escribir lo que no brota desde muy dentro del alma, porque, entonces, dejaría de ser una inspiración.

Se agradece tu consideración, amigo. El tener el espacio para manifestar los sentimientos es un privilegio y tener recibos es muy grato.
Saludos, Luis jos.